CUSTODIA PATERNA: Manifestación internacional día del padre 2016 por la Custodia Compartida

martes, 2 de febrero de 2016

Manifestación internacional día del padre 2016 por la Custodia Compartida

Martes, 2 de Febrero, 2016

Sábado 19 de Marzo
12 horas en Madrid
Plaza de Cibeles

De momento son 3 países los que han convocado una manifestación reivindicando los derechos de los hijos a no perder y quedar desamparados de su figura paterna, cuando se produce la separación o ruptura de su padre y su madre: ITALIA, ARGENTINA y ESPAÑA.

En España la concentración nacional se llevará a cabo en el plaza de Cibeles de Madrid, al igual que el año pasado, en donde casi medio millar de personas se concentraron el 19 de Marzo para protestar porque cuando el padre y la madre conviven juntos, nadie pone el menor reparo a la capacidad del padre respecto del cuidado de sus hijos, pero cuando se produce la ruptura, el padre es tratado como un inútil, incapaz de ejercer el cuidado de sus hijos a excepción de los periodos de fines de semanas alternos y vacacionales. De esta forma miles de niños cada día son declarados por jueces y magistrados huérfanos de padre vivo. Un padre que es destinado a la posición de un visitante, y que solo mantiene la obligación de pagar una pensión de alimentos a la madre y los gastos de una vivienda familiar la cual siquiera puede usar en los miserables 4 días al mes que consideran jueces, magistrados, fiscales y psicólogos como necesarios para que los hijos mantengan, desarrollen y creen los lazos y vínculos con su padre y resto de familia paterna.

Es España, como en el resto de países, no se protegen los derechos de los menores, éstos son tratados como mercancías que se depositan bajo el poder de la madre a la cual se le atribuye el derecho de ya no solo cambiar a los menores de centro médico o escolar, sino incluso trasladarse a otros países de forma que el contacto con su figura paterna se reduzca aún más, e incluso de pierde de forma definitiva. La justicia protege el derecho de la madre a encontrar su felicidad, por encima del derecho del menor a ser criado, amparado y educado tanto por su madre como por su padre.