Robin Williams acaba de volver de su luna de miel en París, tras casarse por tercera vez
Robin Williams y su mujer, Susan Schneider, en una imagen de su luna de miel en París, el 26 de octubre de 2011
28/11/2011
Robin Williams acaba de volver de su tercera luna de miel y todavía no puede explicar por qué decidió volver casarse. "Dado mi expediente, el matrimonio es como llevar a un quemado a un espectáculo de pirotecnia", explica en una entrevista con The Daily Telegraph. Pero a sus 60 años y con una carrera reconocida en el mundo entero, no le importa volver a tropezar con la misma piedra.
El actor se casó en octubre con Susan Schneider en California. Ambos se conocieron hace cuatro años en una tienda, cuando Williams llevaba un año divorciado de su última mujer, Marsha Garces, con quien tuvo dos hijos. Antes, ya había dado por finalizado otro matrimonio, con Valerie Velardie, del que es fruto su primogénito.
http://www.elpais.com/articulo/gente/tv/Divorciarse/cortarle/genitales/hombre/traves/bolsillo/elpepugen/20111128elpepuage_3/Tes"Me llevo fabulosamente con mis ex", asegura. "Ya no estamos juntos, así que no hay problemas". Como si la factura de casi 24 millones de euros que le dejaron sus dos millonarias separaciones fuera una anécdota. "Bueno, son cosas del divorcio", explica en el periódico británico. "Ya sabes, esa expresión del latín que significa cortarle al hombre los genitales a través del bolsillo".A día de hoy, el actor estadounidense vive con su nueva mujer en Tiburon, un pequeño pueblo de San Francisco donde ambos disfrutan de su tiempo haciendo deporte al aire libre. "Somos muy modernos", bromea Williams. "Tengo un pequeño perrito gay llamado Leonard que planea adoptar un cachorro de gato siamés junto a su novio".Y es que el tiempo libre es la ventaja de contar con una consolidada carrera que le permite rodar como mucho una vez al año y no necesitar programas del tipoSupervivientes o Más que baile, que a algunos actores de su generación le resultan tan socorridos. "No podría aparecer en ninguno de esos realities. Nunca", asegura. "No me llevo bien con los bichos y tampoco sé bailar. Aunque se me ocurre un buen programa benéfico para alguna ONG: Me pongo a bailar y la gente llama ofreciendo dinero para que me quiten".
No hay comentarios:
Publicar un comentario