Abogada encara a sicario que asesino a su marido para no perder la custodia
"Los culpables están fuera", asevera el presunto sicario que supuestamente mató a Miguel Ángel Pimentelhttp://www.lavanguardia.com/local/madrid/20111201/54239610532/la-abogada-maria-dolores-soy-inocente-ni-los-buenos-son-tan-buenos-ni-los-malos-tan-malos.html
La abogada María Dolores M.P., acusada de inducir el asesinato de su exmarido a manos de un sicario, ha aprovechado su turno a la última palabra en el juicio para defender su inocencia y asegurar que "ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos".
Desde el pasado 15 de noviembre, los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid han juzgado el crimen de Miguel Ángel P., quien murió el 14 de marzo de 2007 de tres tiros disparados supuestamente por un pistolero a sueldo en el garaje de su domicilio situado en Ciempozuelos.
En la última sesión, el fiscal ha elevado la pena de 41 a 43 años de prisión solicitada para la letrada por un delito de amenazas, asesinato en grado de tentativa y asesinato consumado.
El representante del Ministerio Fiscal ha alegado que "la única beneficiada de la muerte de Miguel Ángel" ha sido su exmujer, acentuando el "odio acérrimo" que sentía hacía él y "el comportamiento obsesivo" que demostró contra él por la lucha por la custodia de su hija en común.
De igual modo, ha aumentado la solicitud de condena para Charles M.G. al pasar de 43 a 45 años de cárcel por los mismos delitos y extorsión. Al único que se le ha rebajado la pena ha sido a Eloy S.B. al apreciar el fiscal las atenuantes de confesión y reparación del daño al pagar la indemnización solicitada con un inmueble.
Así, se le ha reducido la petición de pena de 39 años a 13 años de cárcel. La acusación particular, que defiende a la víctima, se ha adherido al alegato de la Fiscalía.
Antes de quedar visto para sentencia el juicio, María Dolores y Charles han aprovechado su turno a la última palabra para defender su inocencia. En pie y con la voz temblorosa, sin llorar porque se lo prometió a su hija, María Dolores ha insistido en su inocencia y ha asegurado que durante todo el proceso se ha obviado que tiene dos hijos, teniendo el más pequeño cuatro meses cuando se cometieron los hechos.
"No voy hacer una locura como ésta porque mi vida se derrotaría. Y así ha sido. Ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. Amo a mis hijos por encima de todo y voy a luchar por ellos aunque me cueste la vida", ha aseverado.
Además, ha recalcado que lo único que la importa es que su hija le crea. "Cada vez que me llama, me dice: Mamá se fuerte, te amo. Y yo la digo te amo hasta el infinito y más allá".
Por su parte, Charles M.G. ha asegurado que todavía se pregunta por qué Eloy S.B. le inculpó del crimen y ha indicado que será "para disculparse y proteger" a gente de su alrededor. "Soy inocente. Los culpables están fuera, pero no voy a acusar sin pruebas. ¡Qué tipo de investigación se ha hecho! Hay que tener voluntad para buscar la verdad", ha concluido.
ALEGATO DEL FISCAL
En la exposición de su informe, el fiscal se ha centrado en el contenido de las conversaciones telefónicas interceptadas en la investigación para sustentar "el odio acérrimo" que sentía la letrada hacia su expareja.
Así, ha recordado una conversaciones en la que la abogaba deseaba que su exmarido se pudriera bajo tierra y fuera comido por las víboras. "Ella quería apartar a su padre de su hija y al no conseguirlo, le apartó definitivamente", ha reseñado.
El fiscal ha situado el origen del crimen el 18 de marzo de 2006 cuando Miguel Ángel presentó la demanda de divorcio en la que solicitaba la guarda y custodia de la hija. En ese momento, arrancó una batalla judicial por la lucha de la pequeña.
En el marco de este proceso, ha destacado que incluso la letrada llegó a creer que había "un conspiración judicial" contra ella orquestada por un amigo magistrado de la víctima.
Respecto a Eloy S.B, ha recordado que en su declaración recordó que la letrada le encargó dar un susto a su exmarido para que se le quitara de la cabeza quedarse con la custodia de la niña y admitió que el día de los disparos esperó a Charles en su coche a poca distancia.
Sobre la valoración de su testimonio, ha insistido en que hay datos objetivos que corroboran sus manifestaciones como la compra de varios teléfonos móviles o la entrevista que la abogada tuvo con el supuesto sicario en una cafetería de la calle Gran Vía para organizar el crimen.
Por otro lado, la defensa de la acusada ha criticado que no haya "ninguna sola prueba" contra su clienta ni indicios de su relación con Charles G.M. Además, ha subrayado que con su declaración ante la Guardia Civil Eloy S.B. frenó la investigación entorno a las personas de su confianza.
RELATO DEL FISCAL
Según el fiscal, la acusada se puso en contacto con el procesado Eloy S.B., a quien pidió que le pusiera en contacto con alguna persona que pudiera ejecutar la muerte de Miguel Ángel, puesto que se movía en el círculo de porteros de locales de ocio nocturno.
En esas fechas, la acusada tuvo conocimiento de que en el litigio judicial con su marido obraba un informe que aseguraba que la mujer padecía un síndrome de alienación parental, por lo que se recomendaba que la guarda y custodia pasara al padre.
En diciembre de 2006, el procesado Charles M.G. se presentó ante Eloy para estar a su servicio y éste le comentó el encargo recibido por Mª Dolores, dándole su número para que mantuvieran una entrevista. La cita tuvo lugar en una cafetería ubicada en la Gran Vía, donde aceptó el encargo.
Entretanto, Eloy pidió a un empleado suyo que robara un vehículo para que en el caso de ser identificado el coche como instrumento de la comisión del delito, no pudieran relacionarle con él o su entorno.
En la mañana del 31 de enero de 2007, Mª Dolores y Miguel Ángel se vieron las caras en un juicio de faltas. Ese mismo día, Eloy se apostó frente al trabajo de Miguel Ángel y avisó a Charles cuando éste abandonó el lugar.
Sobre las 20.30 horas, Charles empezó a perseguir a Miguel Ángel y se situó delante de su vehículo, frenando bruscamente para tratar de acabar con su vida. Sin embargo, éste logró esquivar el coche y continuó la marcha, siendo golpeado de nuevo por el coche que le perseguía.
El 14 de marzo de 2007 el juez dictó una sentencia que prohibía a la acusada en los seis meses sucesivos "comunicación, visita y contacto alguno de la menor". Horas más tarde, los procesados se dirigieron a la casa de Miguel Ángel en el número 3 de la calle de los Caretos, en Ciempozuelos, y Charles se introdujo en el portal del inmueble en el que residía.
Escondido en un vehículo, Eloy avisó a su compinche de la llegada de la víctima al garaje, donde le descerrajó tres disparos, uno en la mano, otro en tórax y cabeza, que acabaron con su vida.
En cumplimiento de lo pactado, Eloy abonó a Charles en abril de 2008 un total de 12.000 euros por el encargo, sin que se haya acreditado que ese patrimonio proveniera de Eloy o de la acusada.
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