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jueves, 24 de mayo de 2012

“Mientras lo golpeaba le gritaba ‘negro de mierda no servís’”

Jueves, 24 de Mayo, 2012
Lo dijo Julia, una vecina de Jorge, el niño de cuatro años que permanece internado en el Hospital de Pediatría tras sufrir una brutal golpiza por parte de su padrastro. en el barrio relataron el maltrato al que era sometido
Julia. | Señaló donde vomitaba el niño, que es en el mismo lugar en el cual debía permanecer rígido , como un “soldado”.
“Jorgito siempre andaba con pantaloncitos y remeras largas, le cubrían todo el cuerpito porque estaba marcado a golpes, incluso tenía marcas de quemaduras en las piernitas. No hablaba, no jugaba y lo hacían trabajar como a un hombre. El padrastro lo golpeaba y le gritaba ‘negro de mierda no servís, los negros tienen que morir’. Odiaba al nene, en verano lo puso de rodillas sobre una piedra y estuvo más de dos hora bajo el rayo del sol, el nene se dormía sobre la piedra y el padrastro lo despertaba a golpes, sólo porque se meaba en la cama”, contó Julia (38), una vecina de Jorge, el pequeño de 4 años que permanece internado en el Hospital de Pediatría debido a las severas heridas provocadas a golpes de palo, puño y patadas por su padrastro, René Fernández (22). Pero además, por las golpizas, el niño tiene afectados el páncreas y el hígado, órganos que tienen en alerta a los galenos que lo asisten.
En una recorrida por el barrio Santa Clara II de Garupá, los residentes relataron episodios de violencia y maltratos en la casa donde residía el niño “el tipo lo obligaba a cargar piedras o ripio en un balde, caminaba unos 50 metros, de la vereda al fondo de la casa, durante 4 horas. La mujer es cómplice, porque sabía lo que ocurría y nunca defendió al hijo”, describió Elizabet Cabaña.
Por su parte, el juez de Instrucción Penal, José Alberto López, manifestó que se dará intervención al Ministerio Tutelar, para que tengan conocimiento de la situación del niño. De esta manera, la Justicia busca que el pequeño reciba una atención integral, no solo física, también psíquica, medida que ya se está realizando en el Hospital de Pediatría. Mientras se realizan las investigaciones de lo sucedido, inclusive la situación de la madre, que dijo no haber hecho en su momento la denuncia, aparentemente porque ella era también víctima de violencia doméstica.
En tanto, su padrastro y presunto agresor, quien el martes se abstuvo de declarar ante el juez de Instrucción Penal, continúa detenido. Al hombre se le designó un abogado y se ha pedido la excarcelación que ahora analiza el magistrado. De todas maneras la situación del imputado por “lesiones gravísimas” provocadas al hijo de su concubina Mirta O. de 21 años, se mantendría mientras se esperan las conclusiones de las pericias solicitadas por López, y la evolución total de Jorge.

Los castigosSi bien los vecinos indicaron que se comunicaron en cuatro oportunidades con la línea 102 para denunciar los maltratos, el director de la línea, Carlos Quintana, manifestó que no existen registros que alerten del hecho. “En los registros no existen alertas provenientes del barrio Santa Clara II, estuvimos revisando los archivos y constatamos que nadie se comunicó de esa zona. Y hay vecinos que dicen que sí llamaron, nos da vergüenza escucharlos porque una persona que está frente a un delito y no lo denuncia, o no avisa a las autoridades es tan cómplice como el que comete el delito”.
Pero Julia, una vecina, aseguró que mientras observaba como castigaban a Jorge, ella misma tomó el celular y pidió ayuda. “Me comuniqué con la línea 102, pero nadie vino. Llamé cuatro veces, y si bien no les dije mi nombre, pasé dirección completa y alerté del hecho, creo que es suficiente para que la Policía venga hasta el lugar a ver qué pasa, al menos eso”.
La mujer siguió relatando los tormentos que le causaban al niño, porque dijo que veían que “en el corredor de la casa el hombre lo ponía de rodillas y le hacía caminar más de una hora, era como un castigo porque se orinaba en la cama. Ellos tienen una nena de un año, a ella la mimaban mucho y si se lastimaba lo golpeaba al nene, el era la niñera, lavaba platos, el piso, cargaba agua, y se bañaba solito, nadie lo cuidaba”. Una de las vecinas, que prefirió mantener el anonimato contó afligida que su propia hija de tan sólo 9 años le pidió, en una oportunidad, que ayude a Jorge. “Mis hijos iban y miraban como trabajaba ese nene, yo tengo un chico de 5 años y se desesperaba, mi hija de 9 me pidió que denuncie a la Policía, porque una vez lo mandaron a juntar ripio y basura, y no podía solito, entonces mi hija se acercó y lo ayudó. Cuando el padrastro vio eso, lo llamó y lo golpeó. Yo llamé a la Comisaría, pero no pasó nada”.

La golpiza
Una vez denunciado el caso en la Policía se realizaron los primeros operativos y la Brigada de investigaciones detuvo a René Fernández. La aberrante golpiza, según las primeras pericias se pudo haber producido a palazos y puntapiés, y se habría desatado luego que Fernández discutiera con su pareja. El hecho ocurrió el pasado jueves por la noche, pero recién el viernes Mirta O. decidió llevarlo al médico cuando el niño comenzó a marearse, convulsionar y desmayarse.
Según Julia, vecina de Fernández la golpiza ocurrió el martes por la noche "lo golpeó porque ellos tienen el baño en la parte de atrás, en el patio, y el nene tiene que llevar los baldes de agua, esa noche se tropezó y el hombre se enojó tanto que lo pateó, hasta que la criatura quedó en el suelo".
Y siguió “el jueves no podía ni caminar, el nene vomitó más de tres veces, no podía ni hablar. Yo le dije a la mujer que lo lleve al hospital, porque no dejaba de vomitar, ella dijo que el tenía dado vuelta el estomago y le dieron remedio casero. Estando enfermo el nenito vomitaba en una pelela y caminaba hasta le baño, nadie lo cuidó. El sábado lo llevaron, ya estaba muy mal”.
La gravedad de los golpes fue tal, que al llegar al nosocomio, de inmediato ingresó a terapia intensiva con riesgo de vida. Luego los médicos lograron que la mujer cuente qué sucedió y procedieron a denunciar el ataque.
Por su parte, Karina O., tía abuela del niño que lo cuida en el hospital, ratificó que pretende lograr la custodia de la criatura y que la Justicia se encargue de determinar la culpabilidad del imputado. A distintos medios, Karina insistió en que los familiares maternos no tenían conocimiento de lo que sucedía en la casa de Garupá.

Las secuelas
Si bien el menor mejoró y pasó a una habitación “de piso”, ya dejando el área de terapia intensiva e intermedia, el temor se acentúa en el cuadro psicológico y neurológico. “Hablamos de un nene que fue hasta quemado y golpeado brutalmente (...) Secuelas psíquicas va a tener seguro, hoy las tiene, no habla y está todo el tiempo temeroso”, le comentó a El Territorio, Juan José Ledesma, vicedirector del Hospital de Pediatría. En cuanto a la madre del niño, el pediatra manifestó que de “a ratos viene a ver al niño, pero sigue asistido por su tía”, y estimó que “en diez días estaría en condiciones de recibir el alta, pero no se irá del Hospital hasta que se resuelva su tenencia”.

“Un soldado, no jugaba ni hablaba”
Los vecinos coincidieron que uno de los castigos eran pararse como “un guardia”, rígido y en la puerta de acceso de la casa, sin moverse, ni pedir agua, ni ir al baño.
“Pasaba horas así (indicó Elizabeth Cabaña mientras graficaba la posición). El tipo lo torturaba frente a la casa y lo obligaba a quedarse de guardia, como una estatua en la puerta y lo hacía todas las mañanas mientras tomaban mate, el nene se tenía que quedar de pie y cuidando a la hermanita, dos o tres horas parado frente a la casa, sin moverse o lo golpeaba”, contó Elizabeth Cabaña. Y añadió “ya no lloraba cuando lo castigaba, estaba acostumbrado al maltrato. Incluso le enseñaron a mentir porque la Policía, nos dijo que cuando le preguntaron cómo se golpeó él dice que se cayó de la cama”.
http://www.territoriodigital.com/notaimpresa.aspx?c=0493657351031709

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