Reunión de los lunes

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jueves, 25 de abril de 2013

Abuelos furiosos

Jueves, 25 de Abril, 2013
Enlaces:
- Helena de Pedro: "España no me ha defendido" (videos al final de la entrada)
- Helena: "A mis hijos les han dado caramelitos y me los han quitado de las manos"
JOSE MARIA Pagador
TLta imagen de la semana es la de ese abuelo madrileño encolerizado contra una justicia que le ha arrancado sus nietos de los brazos a su hija para entregárselos al presunto maltratador que tienen por padre. El abuelo, furioso con toda la razón del mundo, llamaba cabrones y bastardos a todos los que han intervenido para consumar esa injusticia que, atendiendo a una legalidad menor, atropella los derechos mayores de los niños y el sentido común. La estampa de ese abuelo echando rayos y centellas por su boca, pidiendo que el coche que se llevaba a sus nietos le atropellara a él, y asegurando que dedicará toda su energía, inteligencia y medios a devolverle los hijos a su hija, es el símbolo de lo que está pasando en España, donde la trinchera de la lucha contra la injusticia ha sido ocupada por millones de voluntarios que quedaron exentos hace mucho tiempo, en razón de su edad, de tener que librar estas batallas. Pero la guerra que hoy protagonizan los pobres y los solidarios contra este capitalismo asfixiante que se está apoderando de todo y terminando con los derechos de los más débiles, requiere también un paso delante de los veteranos, de los reservistas.
Me tocó a mí también, como abuelo, entablar batallas parecidas hace años, que gané en beneficio de mi sangre y de mis nietos. Sé, pues, bien lo que es eso. Y no me refiero solo a la seguridad de los niños -eso, lo primero-, sino también a su techo, atención, alimentación y cuidado, que los abuelos combativos y responsables proporcionamos cuando a los nuestros les falla quien se entiende que debería tener la responsabilidad primera. Una legión de abuelos furiosos ha vuelto a ocupar la primera línea de combate, protegiendo a sus hijos y nietos, dándoles cobijo y alimento cuando pierden sus casas y se quedan en paro, defendiendo a sus hijas y nietos de sus maltratadores y abusadores. Ese abuelo furioso de Madrid es el retrato de todos nosotros y la imagen más acabada de la dignidad y de la lucha cívica. Si no fuera por los abuelos, por los millones de mayores y jubilados que están ayudando ahora a sus descendientes menos afortunados, este país colapsaría. Los millones de abuelos furiosos tenemos, además de otras muchas, un arma letal contra los políticos que están destruyendo el país. Tenemos el voto. Y ya sabemos, sin sombra de duda, a quién no hay que votar.

http://www.lacronicabadajoz.com/noticias/badajoz/abuelos-furiosos_121297.html

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