CUSTODIA PATERNA: El rey de los divorcios

martes, 2 de julio de 2013

El rey de los divorcios

Martes, 2 de Julio, 2013

Pablo Scarpellini

En el mundo de los divorcios, Harold Hamm está a punto de convertirse en rey, no porque el suyo sea especialmente escabroso —para eso siempre nos quedará Tiger Woods—, sino por el monto que tendrá que desembolsar para que la separación sea definitiva. En total, se calculan que serán 3.000 millones de dólares los que pierda el presidente de la petrolera Continental Resources.
Esa cifra será más que suficiente para superar el último dispendio en ese aspecto, el del magnate de los medios Rupert Murdoch en 1999. La disputa con su segunda mujer, Anna Murdoch, representó una factura final de 1.700 millones de dólares, una marca que se ha mantenido durante todo este tiempo. Por suerte para el australiano, el tercer divorcio que ya tiene en puertas con Wendi Deng no será tan dramático en ese aspecto.
La diferencia entre ambos casos parece estar en el contrato prenupcial, el que sí firmó Murdoch y el que nunca tuvo Hamm, que tiene el problema añadido de haber generado la mayor parte de su fortuna después de haberse casado con Sue Anna Hamm, una abogada que también tuvo cargos de mucha responsabilidad en la petrolera que preside su marido.
Fue ella precisamente la que presentó la demanda en el estado de Oklahoma, alegando que quiere separarse de Hamm después de que este tuviera un affaire tras 25 años de relación. Tienen dos hijas en común, Jane y Hillary.
El asunto ha despertado tanto interés por lo astronómico de las cifras que hasta en los círculos económicos se ha comentado. La cadena CNBC, especializada en temas financieros, aprovechó la coyuntura para hacer una comparación de los divorcios más caros de la historia de Estados Unidos y destacar el elevado perfil de la mujer de la que se está divorciando. Por ella, dicen, su marido está entre los 100 hombres más ricos del mundo.
Después de eso podría dejar de serlo o perder al menos la mitad de su fortuna, valorada en más de 11.000 millones de dólares. Al final puede resultar una masacre mucho más sangrante de lo que se ha calculado inicialmente.