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jueves, 4 de julio de 2013

La Hispalense es la primera universidad que impulsa una red contra la violencia de género

Jueves, 4 de Julio, 2013
El programa, pionero en España, ha formado este curso a 250 estudiantes para la detección y apoyo a víctimas de violencia de género en los campus
Sentados alrededor de una mesa, Sara, Isa, Natalia y Agustín hacen balance de una experiencia que ha marcado el final de curso. Son alumnos ejemplares, por su rendimiento académico, pero sobre todo por su compromiso: durante los últimos meses han coordinado a los 250 voluntarios que han participado en una red de detección y apoyo a víctimas de malos tratos en los campus.
“Al principio la gente era tímida y le chocaba que le habláramos de micromachismos, que le preguntáramos si habían sufrido conductas machistas más sutiles, como los celos o el control del móvil… Algunos nos decían que eso eran tonterías”, confiesa Natalia, de 23 años, ya con su carrera de Psicología bajo el brazo. “Es muy normal que haya chicos que critiquen a su novia por llevar minifalda. Ese control y después el aislamiento de sus amistades puede ser un primer síntoma”, advierte Agustín, 26 años y estudiante de Ingeniería Técnica Industrial, para quien no pasa desapercibido el hecho de que de los 250 voluntarios el 80% fueran mujeres. “Creo que, en general, hay poca conciencia de este problema. La formación debería de hacerse incluso antes de llegar a la universidad. Aquí ya somos mayores, digamos que tenemos más formada nuestra personalidad… Este tipo de actividades debería hacerse en los institutos, con gente más joven”.
- Es necesaria una educación transversal, afirma Natalia.
- Sí, la que proponía Educación para la Ciudadanía. ¿Y dónde está ahora? Es que la base de todo es la desigualdad entre hombres y mujeres y eso hay que inculcarlo desde chicos, porque vivimos en una cultura machista en la que las niñas siguen ayudando a las madres y los hermanos no hacen nada.
La rotunda queja de Isa, de 27 años y estudiante Filología Clásica, deja tras de sí un silencio de apoyo.
Sara asiente con la cabeza. Estudia un máster y antes de ser voluntaria, ya había recibido formación de género en otros cursos: “El problema es que el hecho de que exista mucha información contra la violencia de género no quiere decir que la gente la interiorice. A veces hay más contrainformación que otra cosa… libros como Crepúsculo o películas que inciden en ese mito del amor romántico no ayudan a que los jóvenes interioricen la igualdad”.
El 14,3% de las universitarias españolas confiesa haber sufrido malos tratos. Insultos, celos, control, violencia física e incluso sexual. El 10,68% de los estudiantes, hombres, ha maltratado a su pareja alguna vez. El estudio La juventud universitaria ante la igualdad y la violencia de género, realizado en 2012 por la Complutense de Madrid y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad dibuja un panorama complejo: a los adolescentes les cuesta identificar conductas sexistas y son tolerantes ante determinadas formas de violencia machista. La Universidad de Sevilla (US), que tuvo un importante papel en la elaboración del informe, ha extrapolado estos datos a su comunidad universitaria y no se ha quedado cruzada de brazos: a principios de año puso en marcha la red de detección y apoyo a víctimas de malos tratos en los campus. La Hispalense se convierte así en la primera universidad española en desarrollar un programa específico para ayudar y sensibilizar a los estudiantes en esta carrera de fondo contra la violencia de género.
“No estamos exentos ni podemos estar ajenos al problema”, afirma María Jesús Cala, delegada del Rector para la Igualdad en la US, que asegura que tras conocer los datos del estudio y haber detectado casos entre profesoras y alumnas, la Hispalense decidió que debía  unirse a la Red Ciudadana de Voluntariado puesta en marcha por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) para la detección y apoyo de víctimas de malos tratos. La adhesión a esta red ha posibilitado la formación de 250 alumnos y de 50 profesores, y se han impulsado 10 proyectos de sensibilización y apoyo a víctimas en los cinco campus sevillanos.
Tras estos meses de trabajo, el balance es “positivo”, dice Cala; más de 500 estudiantes solicitaron plaza para formarse como voluntarios de la red -de las 250 plazas ofertadas- y se presentaron 18 proyectos, diez de los cuales fueron seleccionados finalmente. Así, durante este primer semestre los cinco campus de la Hispalense han sido protagonistas de diversas exposiciones, performance, cineforum, puntos de información, seminarios y hasta de una carrera solidaria con un único fin: hacer llegar a la comunidad universitaria, a más de 75.000 personas entre estudiantes, profesores y trabajadores, la necesidad de que se ponga freno a esta lacra social que sólo en Andalucía se ha cobrado la vida, en lo que va de año, de seis mujeres. Una de las últimas víctimas tenía  sólo 22 años.
Pero esto no se ha acabado aquí. “El año que viene seguiremos con más fuerza”, asegura Salud Godoy coordinadora del proyecto en la US. “Hemos obtenido buenos resultados, potenciando el trabajo en red y, sobre todo, ofreciendo el mensaje al alumnado de que la violencia de género es un problema de todos al que hay que hacer frente”.
Los objetivos son claros, advierte María Jesús Cala: “Cuanta más prevención y educación demos a los chicos y chicas, mayor reducción de casos”.
Otro dato revelador del estudio La juventud universitaria ante la igualdad y la violencia de género : el 9,4% de las universitarias cree que los hombres agresivos son más atractivos. Pero hay más: el 4,3% de las consultadas dijo que su pareja le había pegado alguna vez, el 11,7% confesó haber sido obligada a tener conductas sexuales contra su voluntad, el 10% haber recibido insultos o mensajes y el 6,2% haberse sentido ridiculizada. “Estas iniciativas en la universidad son necesarias, sobre todo porque hay que difundir mensajes positivos, de que se puede salir, de que hay recursos de apoyo, que no están solas. Es algo que nos han enseñado durante la formación como voluntarios”, subraya Natalia.
VIOLENCIA Y ADOLESCENCIA, COMPLEJO BINOMIO
La profesora Carmen Viejo Almanzor, ganadora del Premio Tesis Doctoral 2012 por Dating Violence y cortejo adolescente: un estudio sobre la violencia en parejas sentimentales de los jóvenes andaluces explica que los datos de su estudio señalan que en torno al 23 y al 30% de los y las adolescentes se ven envueltos en fenómenos de victimización y agresión física en sus parejas. Sin embargo, la profesora asegura que, junto a ese factor machista, es importante tener en cuenta la forma en que hoy día se relacionan chicos y chicas. “Me gustaría destacar el importante papel que tienen los comportamientos aprendidos en el grupo de iguales, porque no debemos olvidar que, normalmente, las primeras parejas nacen en estos grupos. Si aprendemos a relacionarnos con nuestros amigos y amigas con comportamientos violentos, es probable que después, cuando mi amigo o amiga pasa a ser algo más que eso, siga comportándose de la misma forma”.
Por ello, advierte de que no sólo es importante abordar este problema cuando los chicos y chicas llegan a la adolescencia y empiezan a formar sus primeras parejas, sino que los adultos tienen una importante labor en cuanto a enseñarles a establecer “relaciones sanas, saludables, de buena calidad”.
http://www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/la-universidad-de-sevilla/

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