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viernes, 5 de junio de 2015

La ignorancia acerca de la custodia compartida

Viernes, 5 de Junio, 2015

La mención que realiza la autora del escrito fuente es bajo la crítica  a la custodia compartida, pero basada en una ignorancia surprema. Los niños maletas son quienes cada fin de semana alterno se van con un visitante, aquellos que su madre ha de prepararles la ropa que han de utilizar durante esos miserables 4 días al mes (otros, por desgracia, muchos menos) que estarán con quien antes era su padre.

Cuando los niños disfrutan de la custodia compartida es cuando no existe la necesidad de la maleta, pues ese pretendido reparto argumentada por la autora del artículo de una semana con cada uno no es tan real. Habrá quienes bajo el desconocimiento de la materia concluyan con el texto de Mónica Nombela que la la custodia compartida se trata de que los menores  pasan una semana con cada uno de sus progenitores, y no es así en todos los casos. Es simplemente una de las muchas y varias opciones que existen para que el menor no se quede huérfano de padre vivo, que es lo que sucede cuando su Señoría aplica la custodia materna por defecto y acaba con la figura paterna de un plumazo.

Y todo bajo conclusión por hecho de que además es lo normal, una normalidad que obliga a los menores a hacer el máximo esfuerzo en el tema. Pues el padre y la madre mantienen esa estabilidad en un hogar de continuo. Podemos situar muchos ejemplos que se suceden en la vida real. Una madre con la guarda y custodia, cuando libra (pues realmente esos 4 días al mes dispuestos en sábado y domingo son para libranza de la madre, más que para beneficio de los menores, ya que intentar argumentar que ese favor "filii" o interés superior del menor en mantener la relación paterno-filial y con el resto de su familia extensa durante esos 4 días al mes se cae por su propio peso) durante los fines de semanas alternos cambia en muchas ocasiones de domicilio. ¿Quién no conoce a una separada que durante esos fines de semana se lleva a un hombre a su casa?, o, ¿quién no ha visto a una pareja en un hotel el fin de semana, o acudir una mujer a casa de un hombre sólo el fin de semana?  Y no entonces no hay ningún problema. Igualmente podemos afirmar del progenitor que paga la pensión de alimentos y la vivienda familiar que no usa, éste no sólo fines de semana, sino que dispone de 26 días al mes (y perdonen la expresión) para estar de putas todos los días si quiere, y puede permitírselo (pues la precaria situación económica en la que queda el padre es evidente). Las feministas no quieren oir ni hablar de ese supuesto con tanto sentido común que es del que sean el padre y la madre sean quienes cambien de domicilio, y muden en todo caso su maleta, pues esto si tendría sentido.
Pero antes de despedirnos, simplemente mostrar a la autora de este artículo que cuando se aplica la custodia compartida, y es el menor quien ha de cambiar (por supuesto que injustamente) de domicilio la única maleta necesaria a trasladar es aquella que contiene los libros de la escuela, pues tanto el padre como la madre pueden disponer cada uno en su vivienda de su propia ropa. Sepa Mónica Nombela, que con una custodia compartida y el padre no queda habitualmente desprovisto de todo bien, y aunque en la mayoría de casos aún aplicando la custodia compartida se establece una pensión de alimentos (del padre a la madre, no lo dude), y la vivienda familiar en muchos casos se atribuye a la madre para con los menores, la situación económica del padre no es tan deseperante y puede perfectamente comprar la ropa individual de sus propios, hijos (algo que aún sin custodia compartida muchos padres si existe una mínima posibilidad y aunque hayan de apretarse mucho más el cinturón hacen, no por gusto, sino por evitar tanto la humillación de tener que poner una ropa cuanto menos pequeña a sus hijos, como de otros problemas que usted no conocerá). Algo que si lo mira usted bien, Mónica, tiene hasta sus ventajas, pues no sabe que es mucho más fácil y sencillo para el padre y la madre cada uno su propia ropa en casa. Pero volviendo a lo lógico y en beneficio del menor, es el padre y la madre quien decide separarse y romper la unión, no los menores, por lo tanto deberían se der éstos quienes mudasen su maleta.

La imagen de la entrada suponemos que es una caricatura de la autora del texto fuente:
-«Veinte años de abogada dan para mucho»


Fuente:
No hay cama pa' tanta gente
 http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2015/06/03/556ec795268e3ea1438b4575.html

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