Esto es lo que viene a reflejar en resumen el artículo de Francisco Serrano, que el maltrato que sufre el varón es invisible para el resto de la sociedad, en donde desde luego se encuentran incluidos los medios de comunicación e información y las instituciones.
Pero es que a las voces que intenta hacer visible que también se produce maltrato a hombres por parte de sus parejas femeninas, se les calla la boca, son obligadas a rectificar, e incluso a pedir perdón. Por supuesto castigadas después.
Serrano evidencia que son precisamente las mujeres que más se benefician de todas las ayudas y ventajas económicas o de otra índole, aquellas que menos precisan atención, y por contra, las verdaderas maltratadas son a quienes no llega la ayuda. Pues es una ayuda que se encuentra más enfocada a lograr criminalizar la figura del varón y del padre de familia, que a realmente intentar poner medios, al menos en alguna medida, al maltrato que sufren las mujeres por parte de sus parejas en el ámbito familiar.
Se disponen numerosas partidas que cuentan como financiación los miles de millones de euros que Europa destina a España para este concepto, ya que en Europa somos como conejillos de india que estamos poniendo a prueba un sistema legal que discrimina al varón por la sola condición de su sexo, pero sin embargo no se crean campañas para evitar que se fomenten las denuncias falsas, pues dicen que juegan en contra de las mujeres maltratadas, pero son precisamente las mujeres maltratadas las que se consideran víctimas y sienten miedo a denunciar por creer que su testimonio no se tendrá en cuenta por las autoridades.
Estas mujeres cuando llegan a dicho estado, no tienen seguridad ninguna en ellas mismas, todo a su alrededor es negro. Sin embargo las otras, no muestran reparo alguna a la hora de acudir a interponer la denuncia, y en ocasiones es tan descarado, que los propios agentes de la Policía cuando traen detenido al denunciado, se están auto compadeciendo de ellos. Son esas mujeres que conocen de sobra los efectos de una denuncia por violencia de género, aquellas que más perjudican a las verdaderas maltratadas. Su afán por obtener ventajas en los procesos de divorcio, y su ceguera que se basa en una venganza personal contra quien en un pasado fue su pareja, aleja de ellas la vergüenza y sin piedad ninguna usan una ley que incluso antes llegaron a criticar y denunciar.
Fuente:
http://xyzediciones.com/el-drama-de-los-hombres-maltratados/
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