Una de las jueces que actuaban el en programa de "Buena ley" (Telecinco) es quien escribe el artículo fuente, Isabel Winkels.
Trata el caso de una separación de una pareja en la cual la mujer (directiva) había dejado de trabajar y se había dedicado a acompañar o seguir a su marido (abogado) a los distintos países en donde ejercía su actividad profesional éste. Llegó a desarrollar una pequeña actividad en algunos momentos, y este es el hecho que ha perjudicado a la mujer para que no pueda acceder a una pensión compensatoria ahora que se ha divorciado de su marido, y por los años que ha estado fuera del ámbito laboral tienen muy difícil su reincorporación al mismo trabajo que desempeñaba antes.
Cuenta el caso de otra mujer que en similares circunstancias, suscribió un acuerdo o pacto prematrimonial con su marido en donde acordó en caso de separación el pago de una pensión vitalicia por parte del ex marido.
La recomendación es la de usar este tipo de acuerdos, pues el Tribunal Supremo en su jurisprudencia establece que han de ser tenidos en cuenta, pues es la voluntad de dos personas. En estos casos los jueces y el Supremo, suelen conceder la pensión compensatoria a la mujer, aunque ya muchas de ellas son limitadas en el tiempo, y no con carácter vitalicio. De todas formas si es conveniente reflejar por escrito ciertos asuntos, como podría ser el de este caso, o también el de cómo distribuir el tiempo de estancia con los hijos en caso de que se produzca una separación o divorcio, pues si en el caso de la entrada los jueces suelen jugar a favor de la mujer, en el caso del que ahora hablamos es justo al contrario, el padre es apartado de los menores de inmediato tras la ruptura.
Puesto que cuando nos llevamos bien todo es perfecto, y las intenciones de compartir siempre son buenas, en estos casos si es necesario que dichas intenciones queden expresadas fehacientemente, pues luego la mujer suele cambiar de opinión, y es que en las rupturas aparecen una serie de problemas y sentimientos que incitan a muchas personas a usar lo que a su disposición tengan a mano, con tal de muchas veces herir al otro. Y en este caso los hijos suelen servir como herramienta para dañar al padre. Todo está en manos de la mujer en este caso, pues puede haber existido las situaciones injustas o no, pero los hijos si se usan como herramienta de venganza contra un padre (o una madre) son los primeros que sufren y padecen las mayores consecuencias.
Las capitulaciones matrimoniales son una buena herramienta y conveniente de usar cuando nos llevamos bien, pues después las palabras se las lleva el viento. Desde luego el entonces príncipe de España no tuvo dudas en su hacer.
Fuente:
http://confilegal.com/2016/02/21/amar-en-tiempos-revueltos/
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