17.11.09 - J. L. D. LOGROÑO
La autopsia practicada ayer al cadáver de la mujer que fue hallado el domingo en las aguas del Ebro, a su paso por la localidad alavesa de Baños de Ebro, no permitió confirmar si corresponde o no al de Vanesa Ávila, la joven agente perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía que desapareció de Logroño el pasado 31 de octubre.
La imposibilidad obedece, según ha sabido este diario en fuentes cercanas a la investigación, al elevado estado de descomposición que presentaba el cadáver. Una circunstancia que paraliza y frena momentáneamente la investigación, ya que no se le pudo practicar la 'prueba decodactilar' al tener los tejidos destruidos por el largo tiempo que ha permanecido el cuerpo en el agua.
La mujer que descubrió accidentalmente el cadáver cuando paseaba a su perro es una vecina de la localidad de Baños, de nombre Pilar, que ayer imploraba a los medios que no la acosaran más. «Entiéndanlo, el impacto fue muy fuerte y los médicos me han puesto hoy a tratamiento debido a la impresión».
El cuerpo sin vida de la mujer, que fue localizado entre unas ramas de la que se conoce como 'Isla del Sotillo', no pudo ser identificado por algunos compañeros de la joven que se desplazaron la tarde-noche del domingo hasta el lugar del hallazgo. Tan sólo el color del cabello, la altura y complexión del cuerpo, unidos a la inscripción 'Vanesa' que figuraba en una esclava que llevaba en su brazo, hicieron sospechar que pudiera tratarse de la agente policial.
Al menos dos días
Por idéntico motivo resultó imposible conocer también si el cadáver de Vanesa presentaba o no alguna herida inferida por arma blanca o cualquier otro objeto contundente. Así las cosas, la autopsia permitió cuando menos llevar a cabo la extracción de ADN, prueba que se contrastará a partir de hoy y que confirmará si el cadáver pertenece a la policía desaparecida. Una prueba que se resolverá como mínimo en un plazo superior a dos días.
La investigación del caso, que por unas horas ha sido competencia de la Ertzaintza, pasó de nuevo ayer a la jurisdicción del Cuerpo Nacional de Policía que ha desplazado hasta la capital riojana a su equipo especialista en homicidios.
Igualmente se espera de nuevo la llegada a Logroño de los padres de la agente policial desaparecida, quienes ya estuvieron declarando ante la titular del Juzgado de Violencia contra la Mujer el pasado jueves día 12. Una declaración en la que se les preguntó, entre otras cosas, por la custodia de la hija de Vanesa y Borja, una niña de tres años y medio que a día de hoy permanece con un familiar del padre.
La citación, en cualquier caso, hizo coincidir en las proximidades del despacho de la juez a los padres de Vanesa y al presunto autor de su crimen. Más aún. Según ha trascendido a este periódico, fueron ellos quienes pidieron a la titular de este juzgado entrevistarse durante unos minutos con su yerno, en un encuentro que, lejos de lo que cabría imaginar, se desarrolló sin la menor crispación.
Varias preguntas
Cuando ya han transcurrido dieciséis días de la desaparición de Vanesa son varios los interrogantes de todo tipo que se formula el público en general. ¿Por qué razón, por ejemplo, no se distribuyó una fotografía de Vanesa, cuando ello podría haber contribuido a que tal vez alguien hubiera podido facilitar algún dato de su paradero? ¿Cómo se explica que la custodia de una niña tan pequeña como es el caso de la hija de Vanesa y Borja estuviera en manos del padre, cuando en buena lógica lo normal es que hubiera correspondido a la madre?
http://www.elcorreodigital.com/alava/20091117/rioja/descomposicion-cadaver-hallado-ebro-20091117.html
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