La situación actual ha variado poco en su esencia, la justicia continúa por regla general divorciando a los menores de su padre cuando sus progenitores deciden divorciarse o separarse. Pero además se dan supuesto en donde el daño se convierte aún mayor. Niños manipulados, a quienes inculcan un profundo odio contra una de sus figuras parentales con el fin de infundir el rechazo en el menor hacía esa figura parental, niños que son sustraídos, normalmente por la madre, no ya a otra ciudad o provincia, sino incluso a otros países. Y niños que han de presenciar como poco a poco su existencia se encuentra inmersa dentro del proceso de destrucción de sus padres.
La justicia debería de estar para proteger el derecho de los menores, y no para agravar el conflicto que inevitablemente se deriva de cualquier ruptura. Pero la realidad es que cuando la situación se traspasa al juzgado y en ella pasan a intervenir abogados, el conflicto lejos de disminuir aumenta con creces, y tras la decisión judicial todavía más, pues por regla general la madre resulta beneficiada de la ruptura, y por contra la situación en la queda el padre en muchas veces lamentable, unos efectos que afectarán también a los menores.
El próximo viernes 20 de Noviembre se celebra el día internacional de los derechos de los menores, y papás, familiares y amigos se concentrarán en los juzgados de familia de Madrid en la calle Francisco Gervas desde las 11 de la mañana. Llevarán una vela, e irán con camisetas negras en señal de luto por la situación de orfandad de padre vivo en que quedan los menores todavía hoy día en pleno siglo XXI. Y el próximo domingo 22 también se ha convocado una manifestación por similar motivo en Madrid.
Fuente:
http://movil.sierranortedigital.com/2015/11/14/la-infancia-perdida/
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