Son muchos los esfuerzos que han tenido que realizar los padres separados para conseguir que por fin en su región la custodia compartida se valore no como excepción, sino más bien como norma preferente. Por muchas explicaciones que quieran exponer, por muchas manipulación que realicen, sabemos que a pesar de cualquier norma legislativa, al final la última palabra es de los jueces. El problema que ha existido y existe, es que ese interés del menor al que tanto se recurre y se cita una y otra vez, es teórico, pues en las separaciones y divorcios los jueces conceden por defecto la custodia a la madre de forma estándar. Esto tendría aún un poco de sentido hace 30 ó 40 años, pero en la actualidad los papás asumen los cuidados de sus hijos desde el primer momento que llegan al mundo, e incluso antes ya la sociedad conciencia mucho sobre los cuidados y atenciones que debe de recibir la mamá en su situación prenatal.
Es anormal que unos menores que viven con su padre y con su madre en una custodia compartida según las necesidades de la pareja, de repente se encuentren privados de las atenciones y cuidados de la figura paterna, y del resto de familia extensa paterna. Aquí es donde está la cuestión, en que los jueces deben de justificar el porqué del alejamiento del papá, o de la mamá, pues es el interés del menor es necesitado de ambas figuras, y constituye un crimen matar a un padre vivo en la vida del menor tras la separación de sus progenitores.
Claro que ley vasca pudiera ser muy mejorable, pero estamos hablando de política y de intereses, y ha costado mucho tiempo y modificaciones conseguir un avance, más pequeño o más grande, pero supone un gran avance para los padres que sean juzgados a partir de ahora en el País Vasco, al menos dispondrán de más posibilidades que el resto de padres de otras regiones españolas en donde los jueces pensarán que la excepción de Código Civil ampara sus decisiones machistas.
Fuente:
http://www.lawyerpress.com/news/2015_11/1111_15_013.html
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