Dos de las ocho ministras socialistas obreras españolas
que posaron entre pieles ante la puerta del Palacio de la Moncloa
ALFREDO AYCART Sábado , 29-05-10
El parlamentario popular Pedro Arias, uno de los más brillantes colaboradores de este periódico cuya lectura recomiendo, todos los domingos, en estas mismas páginas, se ha visto obligado a retirar de su metáfora sobre la incapacidad para afrontar la crisis del Gobierno Zapatero la expresión «enfermeras cañón», a petición de la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, que se hizo eco de la santa indignación inquisitorial de las diputadas del PSOE y BNG, alarmadas por el presunto sexismo de la hipérbole.
Está muy claro que el impostado enfado de sus señorías es directamente proporcional a su incapacidad para encontrar argumentos que refuten el fondo de la cuestión, que no es otro que la existencia de una crisis negada por un Gobierno ineficaz y la evidencia de la corresponsabilidad de las dos formaciones en el apoyo a ese gabinete, que no ha hecho más que agravar sus efectos sobre todos los ciudadanos y, en primera fila, funcionarios y funcionarias y pensionistas y pensionistos.
Tan estupendas ellas, las iracundas diputadas socialistas y nacionalistas eluden la cuestión principal, que no es otra que el empobrecimiento de sus representados, agravado por el despilfarro de quien -jefe de unas y cómplice de las demás- por ejemplo, mantiene incólume su número de ministerios y su cohorte de asesores pese a la reiterada exigencia de eliminar lastre aprobada hasta en cuatro ocasiones por el Congreso.
Para las ilustres diputadas del PSOE y BNG, secundadas en esta ocasión por la presidenta de la Cámara, una Pilar Rojo que suele evidenciar más altura de miras en sus pronunciamientos que la demostrada en esta ocasión, lo grave no es el batacazo nacional. Lo importante es la anécdota del elogio la belleza de las enfermeras, más que la crisis agudizada por la incoherencia de un Gobierno que da vueltas como un pato mareado buscando víctimas a quienes endilgar las consecuencias de sus errores.
Mientras hablan de lo sexista que es tildar de floreros a algunas ministras, y la perversión del lenguaje que supone referirse a las «enfermeras cañón», las diputadas del PSOE tiene la esperanza de que deje de comentarse, sin ir más lejos, el deleznable espectáculo del ex alcalde que sigue sin pagar los impuestos municipales que le corresponderían por reformar íntegramente su lujosa vivienda pese a no tener licencia más que para retechar.
Uno está deseando que esas supuestas feministas empiecen a preocuparse de que las ministras destaquen por su excelencia profesional, las parlamentarias por su brillantez dialéctica o las empresarias por su habilidad para los negocios más que por su inclusión obligada en cuotas artificiales.
Pero es más cómoda la polémica estridente que afrontar con seriedad, de una vez por todas, el problema del maltrato o la necesidad de buscar alternativas al rotundo fracaso del Gobierno del jefe de unas y cómplice de las demás parlamentarias de la oposición en la lucha contra la tragedia de la violencia sexista.
http://www.abc.es/20100529/galicia-galicia/enfermeras-canon-prioridades-diputadas-20100529.html
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