GUATEMALA, jueves 17 de junio de 2010
Hoy, muchas familias monoparentales celebrarán el día del padre en un contexto que rompe esquemas dentro de la sociedad.
Lucia León lleon@sigloxxi.com
Un brillo en la mirada acompañado por una sonrisa orgullosa son algunos rasgos que caracterizan el gesto de muchos papás que, al observar a sus hijos, no pueden hacer más que enamorarse y olvidarse de los problemas que puedan suscitarse.
Las dificultades económicas, divorcio, enviudar o cadenas de incidentes desafortunados no alejaron a padres como Chris Gardner del compromiso adquirido con su hijo. La historia real de este papá que cayó en la bancarrota fue llevada a la gran pantalla en 2006 por Will Smith en En busca de la felicidad. Pelear contra un indigente, pernoctar en albergues, lidiar con la separación matrimonial y cumplir con el horario escolar de su hijo son algunas de las dificultades retratadas en la película. Así como Gardner libró su batalla personal en la ciudad de San Francisco, en Guatemala también hay casos de padres solteros.
El tesoro de su vida
Todos los días Giovanni Ávalos se levanta a las cinco de la mañana para despertar a su hijo Mario e iniciar la rutina del día escolar. Ávalos no está solo, pues cuenta con la ayuda de su mamá, quien le ha apoyado desde hace varios años en el cuidado del chico desde que él obtuvo la custodia de su hijo.
Por las tardes, el niño recibe ayuda de su abuela con las tareas, y cuando su papá regresa a casa de impartir clases de música aprovechan para ver películas y pasar el tiempo juntos. Los fines de semana la rutina cambia un poco porque Ávalos debe asistir a un restaurante donde ameniza la velada de los comensales junto a un grupo musical.
El músico asegura que su hijo le cambió la vida desde el momento en que nació, al convertirse en su razón de ser. “Aunque estar solo no es agradable para mí y el divorcio tampoco lo fue, su personalidad bromista y los temas que canta cuando despierta me inspiran y me animan”, añade con la vista puesta sobre Mario. Le enorgullecen los diplomas y logros alcanzados por su retoño, pues a sus 9 años de edad cuenta con reconocimientos en concursos de canto escolares y deportivos. Cualquiera podría imaginar que en la época del Mundial Sudáfrica 2010 ellos dos pasarían su tiempo hablando del futbol, pero el deporte favorito de Mario es la natación y su otro pasatiempo se relaciona con la música.
Ávalos confiesa que aunque le teme un poco al arribo de su hijo a la adolescencia, confía en que saldrán adelante si se apoya en la buena comunicación entre ambos.
Papá y mamá a la vez
Así como Ávalos hay quienes, por viudez o por divorcio han transformado su vida para dedicarse a ejercer la paternidad de una manera responsable y romper estereotipos familiares. De acuerdo con el psicólogo de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental, Estuardo del Águila, los índices de padres solteros en el país son más bajos que los de madres solteras. Pero sin importar el género, tendrán un doble trabajo al encargarse de la educación, salud e inculcarles valores. En una familia monoparental en la que falta el padre o la madre los problemas que se dan son los mismos, porque los roles que desarrolla cada uno son construidos e impuestos socialmente.
Según Ángela Reyes, psicóloga de la misma entidad, la ausencia de una figura no implica que no puedan criar a sus hijos solos. “Los niños necesitan amor, autoridad, guía y soporte emocional. Por eso, en vez de sustituir a la persona faltante se les debe ayudar a comprender que su familia es la mejor que tiene, sin que la ausencia de uno de sus progenitores se convierta en un trauma”, explica Reyes.
Según David Garda, fundador de la Asociación de Papás Responsables, los padres cambian su estilo de vida porque adquieren mayores compromisos fuera de su esfera laboral y se involucran más en la vida de sus hijos. Su responsabilidad se extiende más allá de ser los proveedores del hogar, ya que ahora deberán velar por su desempeño escolar, su nutrición y bienestar.
Cambiar la percepción
Ejercer una paternidad responsable es actuar de manera comprometida más allá de satisfacer todas las necesidades materiales del hogar para que no les falte nada a los hijos. Garda señala que en la actualidad se requiere de una transformación en la educación y en los sistemas legales, pues el padre debe tener los mismos derechos y obligaciones que la madre.
Ser padre requiere estar al tanto del desarrollo emocional y de mantenerse presente en la vida de los hijos. La responsabilidad inicia desde el momento de procrear un ser humano, puesto que la decisión también influirá en la sociedad sin dejar de lado el amor, amistad y disciplina que tienen que aportarle a su hijo.
Los hombres que obtienen la custodia compartida o permanente de los hijos también deben enfrentarse a una prueba social, ya que rompen esquemas al combinar las labores del trabajo y las hogareñas.
No hay montaña demasiado alta, y aunque a veces las críticas sean rudas es mejor enfocarse en la atención, orientación y educación de sus hijos para salir avante y construir un mejor futuro.
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