Ana del Barrio Madrid
Actualizado lunes 28/06/2010
Un buen día, papá Alex se convirtió en mamá Alexia y entonces comenzó el calvario para intentar recuperar a su hijo. Alexia Pardo lleva ya ocho años de batalla judicial, ocho años intentando luchar contra un régimen de visitas leonino, ocho años buscando que no le discriminen por ser transexual.
Por el momento, no ha recibido nada más que bofetadas judiciales, tanto del juzgado de primera instancia de Lugo como del Tribunal Constitucional. Ahora, confía en que su suerte cambie y que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo le termine dando la razón.
La pelota está en el tejado del Ministerio de Justicia, ya que Estrasburgo ha solicitado al Gobierno una nueva explicación sobre el caso antes de emitir una sentencia. Alexia Pardo exige al Ejecutivo que reconsidere su postura, puesto que en un primer informe Justicia pidió que se rechazase la demanda apelando a la supuesta "inestabilidad emocional" que provenía del trastorno de igualdad de género de la afectada.
"Exijo al Ejecutivo de Zapatero que sea consecuente con lo que dice. Yo hasta ahora no he recibido ningún apoyo del Gobierno. Entonces, ¿para qué sirve la política de igualdad? A ver si dejan de hacer política de cara a la galería y luchan de verdad por los derechos de los transexuales", denunció Alexia en una rueda de prensa celebrada esta mañana.
Dos años sin ver a su hijo
Casada en 1997, esta gallega se separó a los cuatro años de matrimonio y comenzó con un tratamiento hormonal para paralizar la producción de andrógenos. Hasta ese momento gozaba de un régimen de visitas abierto, pero cuando le comunicó a su ex pareja que iba a comenzar una nueva vida como mujer, cerró el grifo en seco.
"A las dos semanas me puso una demanda para quitarme al niño alegando que yo me vestía de forma ambigüa y claramente como una mujer. Decían que era malo para el menor porque le podía generar confusión de género", asegura esta profesora de informática, que no tuvo ningún problema en el trabajo cuando decidió cambiar de sexo.
Según su testimonio, desde entonces, ha estado dos años sin ver a su vástago, aunque luego pudo pasar a visitarlo dos horas cada 15 días en un cuarto del punto de encuentro, en compañía de psicólogos y de su ex mujer. "Hay hombres condenados por malos tratos que tienen un régimen de visitas más amplio. Le están tratando peor que a un delincuente", relata Ana Isabel Gutiérrez, psicóloga que desmiente que Alexia sufra inestabilidad emocional alguna.
Su abogado denuncia que no se han valorado informes que hablan de que Alexia es una persona equilibradaEsta transexual lleva desde hace años cargando con un informe psicológico en el que se establece que "la inestabilidad emocional le impide no ser adecuado para el menor". Sin embargo, su abogado, Manuel Ródenas, denuncia que han aportado informes psicológicos realizados posteriormente por otros especialistas, que dictaminan que Alexia es una persona completamente equilibrada y que no han sido considerados ni por los tribunales ni por el Gobierno.
Pese a todos estos dimes y diretes, esta gallega de 33 años asegura que su hijo no tiene ningún problema con ella, "porque los niños no tienen prejuicios". Y pone como ejemplo que en la actualidad hay muchos niños de padres divorciados que "tienen dos padres y dos madres" y que no sufren ningún trastorno.
Desde la Asociación Española de Transexuales reclaman al Ministerio de Justicia que emita un informe favorable para que Alexia pueda disfrutar del régimen de visitas que tenía antes de cambiar de sexo: "Hoy, Día del Orgullo, queremos lanzar un mensaje al Gobierno. Exigimos un inmediato cambio de criterio ante el que consideramos el caso más flagrante de discriminación por identidad de género en España", afirma la presidenta de la Asociación, Noelia Mariani.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/06/28/espana/1277729632.html
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