El Supremo absuelve a un hombre condenado por maltratar a sus tres hijos

- La familia paterna estudia recuperar la custodia de los niños
- A uno de ellos, una niña, le causaron lesiones irreversibles con tres meses
- La madre fue condenada como ejecutora y el padre por no haberlo impedido
- El TS cree que para comprobar las lesiones eran necesarios 'estudios médicos'

Tenía una pena de 20 años

Miércoles, 21 de Diciembre, 2011
La imagen corresponde a la noticia relacionada:
- Absuelven a un condenado por violación porque las pruebas de ADN lo exculpan

El Tribunal Supremo ha absuelto a un hombre que fue condenado por la Audiencia Provincial de Oviedo a veinte años de prisión por maltratar a sus tres hijos menores de edad y causar lesiones irreversibles a una de ellas, de tres meses.
El fallo absuelve a la madre, condenada a la misma pena, únicamente del delito de violencia habitual. El Alto Tribunal considera a la mujer responsable de varios delitos de lesiones con la agravante de parentesco, por lo que deberá cumplir 17 años de prisión.
La Audiencia había considerado a la madre responsable de los delitos "por haber ejecutado directa, material y voluntariamente los hechos", y al padre por haber omitido el deber de "impedir su comisión".
Entre otros argumentos, el Supremo considera ahora que la atribución al acusado mediante comisión por omisión requiere un reforzamiento en el aspecto probatorio y argumenta que "no existen elementos de donde deducir que el recurrente pudo comprobar unas lesiones para las que eran necesarios estudios médicos especializados".
El abogado defensor ha anunciado que la familia paterna estudia iniciar los trámites necesarios para revocar la orden de adopción de los tres hijos de la pareja, que se encuentran en la actualidad bajo la tutela de los servicios sociales del Principado.
Tanto él, como su pareja sentimental, -con la que contrajo matrimonio por el rito gitano- permanecen en libertad y residen con sus respectivas familias en Soto del Barco y Muros del Nalón repectivamente.

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/12/21/espana/1324469454.html