CUSTODIA PATERNA: «Si hay amor, no rompas por una tontería»

domingo, 18 de diciembre de 2011

«Si hay amor, no rompas por una tontería»

Ana García-Siñeriz, autora de un libro para preadolescentes, reflexiona sobre las parejas de larga duración y los hijos
17.12.11

Darse un largo baño, ponerse un pijama limpio, meterse entre sábanas limpias y disfrutar... de un buen libro». Es uno de los placeres solitarios más apreciados por la presentadora, escritora y voraz lectora Ana García-Siñeriz. «Un placer egoísta -reconoce-, pero que me gusta practicar de vez en cuando». La confesión la realizó Siñeriz el miércoles en Barcelona, estratégicamente rodeada de ropa interior femenina firmada por Totón Comella. Es la segunda Navidad que esta diseñadora catalana presenta una original caja-regalo en la que se combina un pijama con un libro. El proyecto, denominado 'More than happiness' (más que felicidad), incluye este año, además de un pijama o camisón de la firma TCN, un libro escrito por Ana García-Siñeriz. Ilustrado por Jordi Labanda y dedicado a las niñas preadolescentes, lo ha editado Destino y se titula 'Los dos mundos de Zoé'.

«Empecé a escribir para niñas en mis ratos libres, mientras terminaba mi primera novela, 'Esas mujeres rubias'. Necesitaba distraerme un poco, tomar aire», relata la autora. La protagonista del libro se encuentra en esa edad previa a la adolescencia en la que los amigos empiezan a ser más importantes que los padres. «Zoé necesita evadirse del mundo de glamour de su papá y de vez en cuando ella y su banda se dedican a resolver casos misteriosos. Son un poco como 'Los cinco', pero adaptados a estos tiempos», explica Siñeriz, que ya tiene listas otras dos entregas de la saga.

Con un padre francés y una edad similar, Zoé podría recordar vagamente a Chloé, la hija de once años de la autora. Sin embargo, el personaje de ficción es hija de padres separados, y Ana García Siñeriz lleva 21 años unida a Gauthier Peyrouzet, con el que tiene además otro hijo, Mateo, de 14. Ser madre de un adolescente sitúa a veces a Siñeriz «al borde de gritar socorro», confiesa riendo. «Pero estoy dispuesta a adaptarme y a renunciar a tener siempre la razón, porque no quiero perder el hilo con mis hijos». Lo cual no equivale a permitírselo todo. «Ah, no -aclara- ¿Si me piden un piercing o un tatuaje? ¡Ni hablar! No voy a dejar que pongan en peligro su salud mientras sean menores de edad y yo, su responsable. He aprovechado estos libros infantiles -advierte la autora- para deslizar un poco de educación cívica. Hoy en día se lleva la permisividad total, pero yo soy partidaria de una cierta disciplina. Bueno, al lado de mis amigas francesas soy una madre de lo más blanda. Basta comparar un restaurante español lleno de críos con otro francés. En el francés se comportan, en el español corretean sin control, molestan... El problema es de los padres, que no saben poner límites».

Nunca se sabe

Consciente de ser una de las pocas presentadoras de televisión que no ha pasado por un divorcio, Siñeriz prefiere no echar las campanas al vuelo «porque en esto nunca se sabe», pero opina que «tomarse las relaciones en serio y tener la voluntad de durar toda la vida» ayuda mucho a la hora de soportar los malos momentos. «Y es que, quien diga que en una relación de más de diez o quince años no habido crisis está mintiendo». A ella le sirve su actitud «de comprometerme al máximo en todo. Si me meto en algo, voy hasta el final. Si hay amor, rompe por un cataclismo, no por una tontería».

Es el espíritu de esta mujer nacida en Oviedo el 26 de julio de 1965, criada en su primera infancia en Burgos y afincada desde entonces en Madrid. La musa de 'Lo + Plus' y 'Channel nº4' lleva tiempo alejada de los focos, pero no de la producción televisiva. «No añoro nada la cámara», asegura. Tampoco sus 25 años. «No volvería a ellos ni loca. Bueno, sí, solo para conseguir más tiempo para estar viva. Pero me gusto mucho más ahora. Lo que pierdes en lo físico lo ganas en capacidad para entender la vida y disfrutarla». Antes que jugar con la ropa interior para mantener la pasión, Ana prefiere planear viajes sorpresa. «Mi marido y yo celebramos cada año una escapada romántica. Es que si no la rutina te devora. Entre la casa, los niños, los perros... A veces tengo la sensación de estar gestionando una PYME», bromea Siñeriz, que ya prepara una Navidad en familia («nos juntamos más de veinte») y el postre que mejor le sale: sopa de almendras.