La cuerda que se rompe por el lado débil

Los problemas que acarrea para los menores la custodia tras una separación
Sábado 17 de diciembre de 2011    
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- De 23 niños muertos por progenitores, 16 lo fueron por madres y 7 por padres

  ISABEL MENÉNDEZ BENAVENTE PSICÓLOGA No sé qué está pasando. No entiendo este rosario de muertes, de desapariciones, de parricidios que están entrando día sí día no, de una manera obscena en nuestras vidas, a través de los noticieros. Casi prefiero no saberlo, porque no puedo con esa carga. No hay nadie que me quite de la cabeza que muchas de esas muertes, con unas prestaciones adecuadas en salud mental, con unos servicios sociales escrupulosos, dotados de todos los medios, y desde luego con una Justicia que no esté tan ciega como la nuestra, se podrían haber evitado. Echamos la vista atrás y vemos miles de errores judiciales de pederastas sin encerrar, de custodias a gente que no debería tenerla, de niños que viven en total desamparo, mientras todos miramos para otro lado. Eso sí, muchos papeles, burocracia a tope. ¿Es usted idóneo para adoptar? Años y años esperando para que le den a un niño que mientras tanto permanece en un centro de acogida... para dárselo a ustedes, que quieren ser padres; a usted que no se ha podido quedar embarazada... Ustedes van a por su hijo y tardan años en dárselo. Sin embargo, ya ven, con que los padres sean biológicos ya lo tienen todo hecho. Años también, pero esta vez con la vida de los niños envuelta en un mar de papeles para quitar la custodia a una madre que tiene denuncias, intentos de suicidio, que es toxicómana, que no atiende para nada a los niños, que a veces ni es consciente de que los tiene... Años para que los niños no tengan la obligación de pernoctar con un padre abusador, o maltratador, o cocainómano, y la mayoría de las veces, ni siquiera se consigue. Cuando un niño o una niña mayores se niegan a ir con el otro progenitor, se llama a la policía y se los llevan arrastrando, ese padr ,o esa madre, que prefiere llevárselos así a dejarlos en ese momento e ir ganándoselos poco a poco, no son como aquella madre de Salomón: «No quiero la mitad, que se lo quede ella», porque esos padres, sí quieren la mitad, tirarán uno para cada lado. Sigo sin entender las peleas a muerte, cada vez más frecuentes, de padres y madres por la custodia de un niño que para mi desgracia he descubierto en muchos casos que al final lo que prima es que así se consigue el piso familiar y una pensión. ¡Qué asco! Algo va mal. Muy mal. Las separaciones conllevan problemas que a veces, muchas, se vuelven patológicos, pero la sociedad se limita a repartir bienes y niños como si fueran parte del patrimonio. No hay un estudio previo de alos padres para saber quién es el más adecuado para criarlos, de si tienen problemas psíquicos, de dependencia, o de violencia; simplemente se adjudica la custodia, la mayoría de las veces siguiendo unos criterios que supongo estarán realizados con toda legalidad pero que evidentemente resultan absolutamente obsoletos, y luego que se arreglen. Muchas de esas veces, esas custodias, ese desamparo de nuestros niños, acaba en tragedia, y es entonces cuando nos alarmamos y nos echamos las manos a la cabeza. Pero ya es tarde. Los niños, esos seres que debíamos proteger, están muertos. Y nosotros, todos, lo hemos consentido.
PD: Esta es una reflexión que vengo haciendo desde hace años: la indefensión de los menores. De eso y muchas otras cosas escribo en el libro que presento el próximo martes en el Ateneo Jovellanos a las 19:30 de la tarde: «Tormenta de ideas»: una selección de estas reflexiones. Espero y deseo ponerles cara a esos lectores que me siguen y que hacen que esta tribuna merezca la pena.

http://www.lne.es/opinion/2011/12/17/cuerda-rompe-lado-debil/1172244.html