Desde luego es cierto eso de que vale un mal acuerdo antes que un buen pleito, pues en la vista la decisión final es adoptada por su Señoría, y bien es cierto, que es un tanto impredecible su decisión. Pero lo que sí que podemos afirmar es que hoy día en los procesos de familia donde se dirime la cuestión de la custodia de los hijos menores, la mujer parte con una ventaja aplastante frente al padre. El hecho no solo tiene que ver con la sistemática machista judicial de atribuir a la madre un instinto natural y poner bajo su única responsabilidad la guarda y custodia de los menores, también mantiene relación con la sobrecarga de procesos que se acumulan en los juzgados, pero ello no es excusa ni justificación para que todavía hoy día se desampare a los menores de su figura paterna por defecto en la mayoría de los casos.
Es incluso en la temática de la tesis elaborada por este letrado, en donde hoy día se considera el derecho de la mujer o madre a su felicidad, por encima del derecho de los menores a no ser alejados ni de su entorno social, o de nacimiento, o incluso de la figura paterna, pues cuando la madre decide que quiere rehacer su vida con otro hombre en otro país lejano, se consiente el capricho de la madre y se permite al menor ser alejado de su padre y entorno social y cultural. Puede sonar muy duro, pero es una realidad, la sustracción o secuestro parental es tolerada y consentida bajo una pasividad judicial que luego da lugar a escenarios en donde a través del aislamiento de los menores con el padre, se consigue que estos menores por ellos mismo manifiesten un desprecio y rechazo hacía la figura paterna. El tiempo en la resolución de conflictos es vital, no solo en estos casos más extremos, pues en los "normales" la mujer se queda con los hijos y cuando tras el paso de unos meses o años, se da lugar la vista que decidirá sobre la custodia de los menores, resulta que ya se ha consolidado una situación de hecho en donde los menores llevan conviviendo con la madre y el padre por diversos motivos (por ejemplo una orden de alejamiento de una denuncia de violencia de género) ha sido apartado de sus hijos.
Fuente:
http://www.larazon.es/blogs/sociedad-y-medio-ambiente/derecho-de-familia/vale-mas-un-mal-arreglo-FI11087147
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