Por desgracia la alienación parental o manipulación de los hijos en los procesos de divorcio no acaba con la mayoría de edad, estos menores mantienen el conflicto de lealtad hacía la madre en muchos casos el resto de sus vidas. Es cierto que la necesidad apremia, y que el dinero es lo que motiva en muchos casos de nuevo que alguien reaparezca en tu vida, pero por un hijo merece la pena aprovechar cualquier oportunidad para tratar de recuperar el contacto con él, o al menos dejar claro que siempre fue lo más importante en tu vida, que eres su padre, que tú labor aún él siendo adulto es la de educar, pues nunca dejarás de ser su padre, y aunque ya por la edad él es dueño de su vida y de sus decisiones, su padre siempre estará ahí.
Al final de la entrada el experto José Manuel Aguilar Cuenca, explica cómo hay niños que con 30, 40 ó más, siguen bajo los efectos de la alienación.
El siguiente texto fue publicado por Todoporunhijo Mario Pascual:
ALIENACION DE HIJOS CON MAS DE 20 AÑOS
SIN duda alguna hay hijos que a los 21 años estan alienados y son las armas para dañar de los padres por parte de sus madres, y sobre todo en procesos judiciales. Solo quién lo sufre puede entender hasta que punto pueden llegar esas progenitoras que usan a sus hijos por venganza contra sus ex parejas masculinas.
* CASOS de ALIENACIÓN HASTA … 22 AÑOS de EDAD
Con el debido permiso de este padre amigo (STBT) traslado el siguiente relato:
“(…) y tengo un hijo que acaba de cumplir 22 años.
Me separé de su madre cuando mi hijo tenía 11 y desde entonces, salvo en poquísimas ocasiones, nunca más pude verlo...
La mitad de su vida pude estar junto a él, pero en esta segunda mitad me mantuvieron alejado…
Mi hijo siempre fue muy apegado a su madre y desde que nos separamos se fue transformando en mi enemigo. Adoptó como propio el discurso de la madre en mi contra, con los mismos insultos y los mismos inventos que la madre hizo circular contra mí, contra mi familia y contra mi actual esposa.
Mi hijo fue el principal aliado judicial de mi ex mujer… y fue su testigo predilecto para acusarme y que yo no pudiera traerlo a vivir con nosotros.
Cuando a las cansadas me fijaron visitas, mi hijo se negaba a ir conmigo mientras la madre a su lado reía a carcajadas forzadas.
Seguí pasando dinero para su manutención hasta el año pasado y ahora le estoy pasando lo necesario para el pago de su universidad.
Ahora me llamó para pedirme dinero y que lo dejara ir a vivir solo a una casa de campo que no es mía sino de mis padres...
Me dice que su madre está enferma con … y necesita dinero para medicamentos.
No pude confirmar lo de la enfermedad de la madre pero sí supe que hace varios meses que mi hijo dejó de concurrir a sus clases en la universidad y que tiene un grupito de amigos nada recomendable…
Mi abogada me aconsejó que no accediera a los pedidos de mi hijo y yo contesté negativamente a mi hijo lo de la casa porque está habitada por un matrimonio de caseros pero sí le giré el dinero que me pidió.
No entiendo como si la madre está enferma tal como me dice él quería irse a vivir solo a esa casa de campo.
El tono del pedido de mi hijo se parecía más a una orden que a una solicitud y después del giro ni siquiera gracias me dijo.
Yo sé que en mi caso no se trata del regreso del hijo pródigo del que Ud. escribió pero desearía intentar recuperarlo…
Con estos cambios en la situación, cómo cree que puedo recuperarlo y ...”
- Parte de mi respuesta:
> Amigo: NO tengo la preparación necesaria para recomendar con certeza pasos concretos por lo cual permítame sugerirle consultar con un psicólogo que podrá aconsejarle una vez que lo ponga al tanto de toda la situación, desde el inicio.
Poniéndome en su lugar, haría eso y también intentaría ayudar al hijo y recuperarlo.
Dado que tiene 22 años se me ocurre como deseable una franca y personalísima conversación padre-hijo en la que Ud. pueda mostrarle que siempre lo ha querido y que lo sigue queriendo porque es su hijo.
Los especialistas NO son partidarios de reclamar cuentas ni pasar factura al restablecerse el vínculo. Yo no sé si eso se puede lograr y ni siquiera sé si es lo más conveniente
Ante todo el tiempo transcurrido y ante esa actitud imperativa y de ingratitud que su hijo ha tenido para con Ud., yo NO me haría muchas ilusiones.
Sería radicalmente distinta la situación si su hijo volviera con algún signo de afectividad, de sincero arrepentimiento o deseo de una nueva etapa de comunicación con Ud.
En su lugar, tendría también cuidado por si se tratare apenas de interés, combinado con la madre, de obtener ventajas económicas.
Resumiendo:
No deje de consultar con un especialista en salud mental.
Condicionado a la aparición de síntomas positivos, lo ayudaría pero con la condición de que cumpla (por ejemplo, en sus estudios).
Tratándose de un hijo, aunque su conducta sea pésima, el padre lo seguirá queriendo en cuanto hijo pero hay que tener claro que NO se puede aplaudir lo que esté mal hecho.
Ser buen padre y estar dispuesto a recibir y ayudar a un hijo NO es igual a hacer el papel del tonto. Es claro que ese papel NO debemos cumplirlo.
Le deseo lo mejor y … hace bien en recurrir a … sí ha sido un buen padre, un modelo de padre bueno
Fuente:
Javier Abril
https://www.facebook.com/todoporunhijo.pascual/posts/1153730941305939
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