Ocho años de peleas y un asesino

El hombre que acusó a su ex pareja de contratar a un sicario para matarle ya había denunciado a la mujer por acoso y amenazas

21.11.09 - 03:04 - I. R. OVIEDO
2001: la pareja decide separarse. La custodia de los dos hijos es compartida, aunque la hija menor de edad decide vivir con el padre.
Marzo 2008: la mujer demanda al hombre por malos tratos.
Junio 2008: el marido denuncia a su ex mujer por amenazas.
2009: las supuestas amenazas continúan.
 
Un hombre que denuncia a su ex mujer por contratar a un sicario para matarle a él y los dos hijos de ambos. Ocurrió el pasado fin de semana en la ciudad, y es el último episodio de una larga separación que comenzó en 2001, según ha podido saber este periódico. Ambos tenían órdenes de alejamiento mutuas y el marido había presentado al menos cuatro denuncias por amenazas en el teléfono móvil de su ex pareja. La Policía detuvo a la mujer por un delito de amenazas y aún busca al presunto asesino a sueldo, que durante la noche del pasado viernes se presentó en el establecimiento hostelero del denunciante, en el casco antiguo. Lo hizo dando su nombre y apellido y acompañado de otras tres personas.
Cuando llegó al local, comentó a la supuesta víctima que llevaba varias semanas siguiéndole porque su ex mujer le había localizado por mediación de un conocido. Le había pedido que cometiera los crímenes a cambio de joyas de oro, siempre según la versión del denunciante. Tras investigar a la familia, el sicario, natural de Siero, decidió declinar el trabajo y advertir a la víctima de las intenciones de su ex pareja. Una camarera del bar escuchó la conversación y avisó a un guardia de seguridad. Cuando éste llegó, el sicario abandonó el establecimiento. No fue hasta el lunes cuando el empresario presentó la demanda, aconsejado por su abogada.
De hecho, el hombre ya había presentado otras denuncias por el supuesto acoso que sufría. La pareja decidió separarse legalmente en el año 2001. Comparten la custodia de la hija menor de edad, que decidió vivir con su padre. Siete años más tarde, la mujer interpuso una demanda por malos tratos que culminó con una orden de alejamiento por la que el hombre no puede acercarse a ella a menos de 500 metros.
Según la defensa, la mujer interpuso la denuncia porque el hombre dejó de pasarle los cerca de 2.000 euros que le daba cada mes. No en vano, las supuestas coacciones para obtener dinero prosiguieron. En junio de 2008, dos meses después del juicio por maltrato, el hombre presentó una denuncia. Decía que había recibido unos 600 mensajes de su pareja, aunque sólo tenía grabados un centenar en su teléfono. Eran amenazas. La demanda recoge algunos de los textos: «Has jugado con mis sentimientos y eso lo vas a pagar caro, muy caro. Te lo aseguro»; «Ya no quiero 400 euros, quiero mil o te arruinaré la vida».
Como consecuencia de esta denuncia, el Juzgado de Instrucción número 2 dictó una orden de alejamiento por la que la mujer no podía acercarse a su ex marido a menos de 500 metros, orden que quebrantó y por la que ha tenido un juicio de faltas aún pendiente de sentencia.
Pero, según el denunciante, las amenazas prosiguieron, Así en abril de este año, el hombre acudió de nuevo a la Comisaría de Policía para interponer una nueva demanda, por los continuos mensajes y llamadas que recibía en su móvil. «Hasta diez llamadas en un sólo día», denunció el hombre. No fue la última vez que recurrió a la Policía. En agosto, alguien rayó la puerta de su casa, marcando la palabra 'cabrón'. Algunos testigos vieron entrar en el edificio a una mujer que, presuntamente, coincidía con la descripción de su pareja. Es la versión del marido, que resolverán los tribunales.
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