Reunión de los lunes

Nos reunimos todos los lunes a las 20,30 horas en la C/Vinaroz nº31, entrada por C/Pradillo, MADRID ¡TE ESPERAMOS!

domingo, 2 de mayo de 2010

La Audiencia absuelve al hombre acusado con mentiras de violar a su mujer

La esposa aportó como prueba del maltrato una foto con los ojos cárdenos realizada tras un tratamiento de cirugía para quitarse las bolsas de los ojos
01.05.10 - 00:53 - CONSUELO DE LA PEÑA SANTANDER.
El acusado, con su abogada Raquel Franco, en el juicio. :: SANE
Después de tres años de oprobio por las falsedades vertidas por su esposa, que le acusó de violación y malos tratos, Alfonso S.M. ha sido desagraviado por la Audiencia de Cantabria en una sentencia que reconoce su inocencia y declara la falsedad de las denuncias de la mujer.
Pero en el camino, este hombre de 35 años, se ha dejado jirones de su vida que, a partir de ahora, tendrá que empezar a recomponer. La orden de alejamiento que le impuso la autoridad judicial con la denuncia de su esposa, que interpuso al mismo tiempo que inició el procedimiento de divorcio, le apartó también de su hija. Además, el delito atribuido era tan grave que su entorno le dio la espalda.
Ahora, la Justicia, en una sentencia demoledora, dice que todo fue una patraña, hasta tal punto que la esposa llegó a aportar una fotografía con los ojos rabiosamente amoratados para probar los malos tratos infringidos por su pareja, cuando, en realidad, la instantánea reflejaba el postoperatorio del tratamiento de cirugía estética que se había hecho para reducir las bolsas de los ojos. La denuncia tenía un objetivo claro, reconoce el tribunal: «el dictado de una orden de alejamiento y la atribución para ella de la guarda y custodia de la hija, además de una pensión a cargo del denunciado de 1.800 euros mensuales». Pero el Ministerio Fiscal creyó la versión de la mujer, acusó al esposo, al que pidió nueve años de cárcel, y después el juez instructor le sentó en el banquillo de los acusados. Ahora, la Audiencia absuelve a Alfonso de toda culpa en base a las «contradicciones» en que ha incurrido la mujer «a lo largo de todo el proceso», mientras que el acusado «siempre ha dicho lo mismo», destaca el tribunal.
La esposa le acusó de vejaciones, menosprecio, insultos y agresiones a lo largo de los doce años de matrimonio. Pero, poco a poco, en las sucesivas declaraciones que iba realizando a lo largo del proceso, introducía nuevos y más graves delitos hasta llegar a la violación.
En su primera manifestación denunció malos tratos físicos y psicológicos durante los años de convivencia. Dijo que Alfonso le prohibía relacionarse con otras personas y que la encerraba en casa por las tardes. Ya en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer introdujo la supuesta violación, «sin dar absolutamente ningún dato , salvo que fue 'hace tres semanas'», incide la sentencia, de la que ha sido ponente el presidente de la sección tercera de la Audiencia, Agustín Alonso Roca. Dice que su esposo la obligaba a masturbarle y es en este momento cuando aporta como prueba de los malos tratos una fotografía suya con los ojos cárdenos, que en realidad refleja las secuelas de la operación de cirugía estética que se realizó para reducir las bolsas de los ojos. El tribunal considera esta prueba una «falsedad evidente». También denunció en esta segunda declaración que el acusado le arrojó unos azulejos, asunto al que nunca más volvió a hacer mención, ni siquiera en el juicio. Los médicos forenses no apreciaron erosiones, pero advirtieron el estado ansioso depresivo de la denunciante.
Hubo una tercera declaración procesal, en la que ya no dice que el acusado le obligaba a masturbarle, sino que reconoce que lo hizo de manera voluntaria, y la supuesta violación se produjo ahora «dos semanas antes de la denuncia», en mayo de 2007. Aseguró que le quedaron marcas que vio una amiga, pero la amiga en cuestión no fue al juicio a declarar y, «extrañamente», el forense no encontró rastro alguno. En esta manifestación aludió por primera vez también a un tortazo que el esposo le dio en la cocina.
Ya en el juicio, añadió nuevos episodios, como la supuesta exhibición del puño a su hija, y dijo que había interpuesto la denuncia en Comisaría, cuando en realidad lo hizo directamente en el Juzgado. Fue en el plenario cuando mostró con toda la crudeza el desprecio que sentía hacia el acusado. «Me da asco», llegó a decir al tribunal, porque «se metía en la cama con la ropa de ir a trabajar, y es sepulturero», espetó. Ante tal cúmulo de contradicciones, la Sala proclama la inocencia del acusado.
http://www.eldiariomontanes.es/v/20100501/cantabria/tribunales/audiencia-absuelve-hombre-acusado-20100501.html

No hay comentarios: