http://www.larioja.com/v/20111218/rioja-region/total-menores-buscan-familia-20111218.htmlNo hay coraza efectiva que soporte indemne semejante impacto emocional. Afrontar el desamparo de decenas de niños, muchos de ellos bebés con apenas un puñado de días de vida, 'ángeles' separados de sus padres y acogidos en residencias del Gobierno regional o en hogares de altruistas familias, te deja a la intemperie en una tormenta de sentimientos, de la esforzada labor de funcionarios volcados, de sonrisas, de ilusiones..., pero también de dramas, sueños rotos, lágrimas y frustración.Toda persona tiene la obligación legal de denunciar los posibles casos de riesgo o desamparo de un menor. Sólo durante el pasado año los Servicios Sociales del Gobierno de La Rioja recibieron 92 notificaciones, 56 por sospecha de desamparo y 36 por maltrato. En 70 de los 86 menores se apreciaron dos o más tipos de maltrato: en 61, negligencia; en 41, maltrato emocional; en 37, maltrato físico; y en 3, abuso sexual.«La protección de menores está enmarcada en el Plan Integral de la Infancia 2011-2014», explica María Martín, directora general de Política Social, quien recuerda las tres líneas generales: «La de la prevención, con diez medidas de promoción y defensa de los derechos de los menores; la atención a la primera infancia; y la protección a los menores».Los procedimientos de protección iniciados, una vez completados todos sus exhaustivos pasos, pueden concluir en el archivo del expediente; en la declaración de la situación de riesgo del menor, que contempla medidas de apoyo a la familia, incluidas las prestaciones económicas, ayuda a domicilio e intervención técnica, además de evaluación y seguimiento; o en la declaración de la situación de desamparo, que supone la asunción de la tutela y guarda del menor de edad por parte de la Administración.«El objetivo final siempre es la protección del menor y que tenga la referencia de una familia, si es de sangre mejor y, si no, de acogida, donde siempre estará mejor que en un centro», añade María Martín.En la actualidad, existen en La Rioja 21 familias de acogida ajenas, pero el objetivo de la Consejería de Salud y Servicios Sociales es duplicar ese número a lo largo de esta legislatura con «el objetivo de que los menores no tengan que estar en residencias porque en muchos de esos casos ese acogimiento puede suponer para ellos el único referente de familia que van a tener», explica la directora general.Formación y valoraciónEl primer paso para los interesados en convertirse en familias de acogida es presentar la solicitud por escrito ante la Consejería. «Esto pone en marcha un primer proceso informativo en el que se le aclara que esto no es tan bucólico como puede parecer y que no tendrá ningún derecho sobre el niño. Si tras ser informados insisten en su decisión, pasan a un proceso más concreto de valoración y formación, exactamente el mismo que se utiliza para la adopción, pero sin que le dé ningún derecho a nada», resume la máxima responsable de Política Social.En lo que llevamos de año, según datos a 30 de noviembre pasado, 79 menores han sido declarados en La Rioja en situación de riesgo, lo que eleva la cifra total actual hasta los 229 menores. Durante ese mismo periodo, el número de menores declarados en desamparo en La Rioja se ha elevado en 40 casos más, lo que deja el total actual en 109. De ellos, 59 se encuentran en acogimiento residencial, 27 en acogimiento familiar simple o permanente, 20 en acogimiento preadoptivo y 3 en otras modalidades.Cuando los menores en desamparo carecen de familia de acogida extensa (abuelos, tíos...) o ajena, la administración se encarga de su tutela y guarda en residencias o pisos hogar gestionadas por la Fundación Diagrama. En la actualidad, Servicios Sociales dispone de un total de 101 plazas públicas, en las que se les distribuye en función de su edad.A la residencia La Cometa, con capacidad para 18 niños, llegan los más pequeños, de entre 0 y 6 años. Hoy son atendidos allí siete críos. «El día a día es como en una casa normal, a los niños los levantamos sobre las 8 de la mañana, los bañamos, les damos el desayuno, les preparamos y les llevamos a diferentes guarderías y colegios de Logroño. Después nos dedicamos a los más bebitos y acudimos a los servicios de estimulación necesarios, dependiendo de las características de los niños. Salimos de paseo, vamos a los supermercados, les llevamos a las diferentes tiendas donde se compran las cosas... todo lo que cualquier madre hace por necesidad, nosotros lo programamos para que el niño normalice su vida», explica Yolanda Pérez Hernández, su directora. «Es un trabajo de las 24 horas del día los 365 días al año. Cada caso es distinto por lo que la atención es personalizada y el tratamiento, individualizado», añade la responsable del centro.Refuerzo en lo afectivoCumplidos los seis años, los niños en desamparo y sin hogar con una familia de acogida suelen ser enviados a la Residencia Iregua, donde en la actualidad conviven 16 menores.«Lo más difícil es al principio porque muchos al llegar no entienden porqué están aquí y porqué se les ha separado de su familia y de su casa; les cuesta mucho adaptarse. Cada caso es tratado, incluso con ayuda psicológica, de forma individualizada y personalizada y se trabaja con ellos dependiendo de la necesidad: a diario, semanalmente, quincenalmente...», explica Leyre Chavarri, directora de la Residencia Iregua y de los pisos hogar adscritos.«Trabajamos mucho el aspecto afectivo con ellos, que tengan un referente válido en el que sepan que pueden apoyarse en el educador, que puedan llorar con él y también pasar los momentos divertidos. El objetivo no es suplir su hogar, porque lo usurparíamos, pero ellos tienen que vivir que esta es su casa», añade Javier Martínez, responsable de la Fundación Diagrama, quien destaca como uno de las ejes la excelente coordinación existente en todo el equipo de Servicios Sociales, que hoy capitanea María Martín, y en el que tienen un papel clave en este apartado Carmen Gómez, jefa de servicio de Protección de Menores; y Maica Macaya, jefa de sección de Acogimiento Residencial. «Es una labor absolutamente coordinada durante toda la intervención que se realiza con el menor», concluye Javier Martínez.
Reunión de los lunes
domingo, 18 de diciembre de 2011
Más de 100 niños buscan familia de acogida
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