Los abogados encantados con el negocio de la impuesta custodia materna

Viernes, 19 de Junio, 2015

Gracias a Enrique De La Puente Piñar, encontramos un artículo escrito por un abogado de familia y doctor en Derecho. Este hombre se sitúa en la linea acerca de la opinión de la custodia compartida de Ana María Pérez del Campo. Gracias a Enrique que ha encontrado el artículo (año 2.011), podemos ver que esta opinión coincide.

Los niños no se pueden partir, esta claro, pero tampoco es conveniente derrumbar uno de sus pilares principales, como los son su padre o su madre. Por supuesto que es difícil que funcine una custodia compartida cuando uno de los adultos se empeña en que sea así, pero tampoco funciona la estabilidad del menor cuando se consiente que la custodia se use para manipular a los menores en contra de su madre. No hay soluciones mágicas para proteger a los menores, pero nadie puede negar que cuando los menores conviven con sus progenitores unidos existe una custodia compartida en la cual los menores también pasan mucho tiempo en ocasiones con los abuelos.
No sucede distinto en las custodias monoparentales, pero es imposible no achacar a la madre que los menores se queden realmente bajo la custodia de los abuelos, o simplemente bajo un techo en el cual prácticamente hacen lo que los apetece con tal de que el menor exprese que desea vivir con su madre, o no se muestre descontento. Así no se educa, así se mal educa, sea el padre, la madre o los abuelos, y quienes desde luego menos responsabilidades tienen son los abuelos.
Mientras que a justicia no le preocupe más que conceder la custodia a uno de los progenitores con el fin de quitarse un procedimiento de en medio, serán los menores quienes sigan pagando estas consecuencias,  y los abogados continúen ganando dinero a costa de ello. Es evidente que cada uno defiende la mano que le da comer.

artículo completo

Fuente:
-El juicio del Rey Salomón y la custodia compartida
http://www.larazon.es/blogs/sociedad-y-medio-ambiente/derecho-de-familia/el-juicio-del-rey-salomon-y-la-custodia-compartida-JE10053684