Fundación FIND
La fuente habla de 200.000 menores secuestrados o víctimas de la sustracción parental al año. En la mayor parte de casos es la madre quien sustrae a los menores, y por curioso que parezca al lector, muchos de estos casos terminan legalmente aceptados por la justicia.
Si la madre tiene la guarda y custodia como es habitual, no encuentra muchas pegas para mudarse a otro país con el menor, pues primero lleva a cabo la acción, y luego se resuelve el procedimiento mientras los menores ya se encuentra viviendo en ese país. Convencer a un niño de quedarse en lugar determinado no es tan complicado a veces, depende de los medios y la habilidad con que la madre cuente. Para ello es muy común contar con la colaboración de un hombre, una nueva pareja o marido de esa mujer, que sea quien en ese país o lugar, disponga de los medios físicos necesarios para la nueva vida. Se compran los adultos, ¿no van a venderse los niños? Hay menores que cuando llegan a la exploración judicial, con 9 años ya tienen varios móviles, tablet, ordenadores, u otros dispositivos o elementos, a su disposición, más un sistema de educación en donde es la voluntad del menor la que rige la convivencia.
Hay medios, sí, pero hay que estar muy pendientes y ser conscientes como cita la noticia que en cualquier momento te puedes encontrar con que vas a buscar a tu hijo y no está. Con mucha suerte recibirás un burofax de la madre que ya de antemano ha preparado la estrategia para sacar al menor del país, pero en otros la situación inicial se complica, pues el primer objetivo consiste en encontrar el lugar dónde se encuentra el meno.
Este primer vídeo corresponde a un padre que está luchando por recuperar el contacto con su hijo. Son ya 5 años en los cuales debido a la pasividad de los juzgados la relación paterno-filial y el contacto se ha roto.
El segundo caso fue el de Santiago Moraleda, un padre que inició una huelga de hambre intentado frenar la sustracción de su hija, pero la Audiencia Provincial de Toledo validó la acción de la madre de la menor, la cual fue sustraída a Panamá
Y el tercer caso es el de un hombre, Domingo Expósito, que fue asesinado por luchar por su hija, un padre que demostró que la pequeña era lo más importante en su vida, y en vez de esperar un resolución judicial que llegará cuando ya la menor se encontrarse por completo manipulada, decidió cambiar su vida y trasladarse hasta a Argentina, en donde 3 días antes de regresar con su hija por orden de un juez en Argentina (no un juez de España, que aquí pasaron de la menor y del padre) a España, fue acribillado a balazos. La última entrevista de este padre coraje.
Fuente:
http://www.fundacionfind.com.mx/secuestro-familiar.php
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