Reunión de los lunes

Nos reunimos todos los lunes a las 20,30 horas en la C/Vinaroz nº31, entrada por C/Pradillo, MADRID ¡TE ESPERAMOS!

miércoles, 25 de mayo de 2011

Ella al camión, él a la escoba

- «Hemos cambiado los roles: ahora es frecuente ver a mujeres capataces y a hombres limpiando los coles»
- Emulsa recibe mañana el distintivo 'Igualdad en la Empresa', que otorga el Gobierno

23.05.11
Noticia relacionada:
La pionera. María Eugenia Meana fue la primera mujer en sacarse el carné para conducir camiones en Emulsa. Lo peor, cuenta, es manejarlos mientras los chavales del botellón hacen el cafre
Una empresa con un presupuesto de 38 millones de euros anuales y una plantilla media que ronda las 700 personas no es ninguna broma. Como tampoco lo es manejar con soltura y sin percances un camión del que se encuentran suspendidos dos hombres mientras descargan contenedores. Sobre todo, por las calles del centro de Gijón. Y da la casualidad -o quizá no tiene nada que ver con el azar y sí con su buen hacer- de que a María Eugenia Meana, conductora del camión 224 de la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano de Gijón (Emulsa), le toca siempre «el dichoso centro».
Con lo del «dichoso centro» se refiere María Eugenia a que, con su horario (de las seis de la mañana al mediodía), tiene que enfrentarse a los jóvenes que se resisten a dar por zanjada la noche y continúan la juerga al amanecer «bajo los efectos de la química».
«Los domingos por el centro de la ciudad son horribles. Los chavales se te ponen delante del camión y te dicen 'Atropéllame'. O se te cuelgan de los retrovisores. Tengo que llevar el camión cerrado a cal y canto. Incluso en verano. Y puede que influya algo el hecho de que soy mujer en que no se sepan comportan con respeto», cuenta esta gijonesa de 40 años quien reconoce que, a veces, siente miedo, por lo que pueda pasar con los imprudentes. Ella es el exponente más claro de un conjunto de prácticas en favor de la equidad entre mujeres y hombres puestas en marcha por Emulsa que acaban de ser premiadas por el Ministerio de Sanidad, Políticas Sociales e Igualdad.
Nadie dijo que los comienzos fuesen sencillos y por eso a María Eugenia, que empezó como operaria, limpiando San Lorenzo y barriendo, y logró ascender hasta convertirse en la primera mujer en conseguir el carné de camión en Emulsa en un examen que no aprobó ningún varón, la miraban con recelo los primeros días en los se puso a los mandos incluso sus «compañeros de siempre». Eso, por no hablar de «las caras de sorpresa de la gente cuando iba a descargar a Cogersa. Eran caras como de preguntarse '¿Ésta dónde robó el camión?'».
No lo tuvo fácil. Para promocionar desde su puesto de operaria al de oficial de primera compitió con los hombres codo con codo. Pero todo cambió cuando, el pasado año, Emulsa estableció la paridad en los procesos de selección: exámenes separados para hombres y mujeres. O lo que es lo mismo: la aplicación de medidas de igualdad hasta sus últimas consecuencias y una contratación absolutamente paritaria.
Por políticas de género como esa, el ministerio entregará mañana a la representante de la empresa, la concejala de Medio Ambiente y presidenta de Emulsa, Dulce Gallego, el distintivo 'Igualdad en la Empresa 2010', lo que la convertirá en la primera empresa municipal de España que recibe este certificado, que tiene una vigencia de tres años y se convoca anualmente.
En ese momento, Emulsa pasará a formar parte de un selecto club al que pertenece ya la treintena de empresas españolas que acaban de ser distinguidas por el Gobierno central y que deberán remitir un informe anual que será evaluado por la Dirección General para la Igualdad en el Empleo y contra la Discriminación. Entre ellas, Acciona, Alcatel-Lucent, el Banco Popular, Borges, Caja Granada y Cajasol, Enagás, Endesa, Ferrovial, Ernts and Young, Mahou, Repsol o Red Eléctrica Española.

«Una pequeña revolución»

En Emulsa no ocultan su satisfacción. «La inclusión de políticas de género está suponiendo una pequeña revolución en una empresa con una trayectoria de presencia mayoritaria de hombres, sobre todo en la cadena de mando, y con mujeres en funciones muy estereotipadas como las limpiezas en colegios. Hemos cambiado los roles: ahora es frecuente ver a mujeres capataces y a hombres limpiando edificios públicos. También los coles», resume un portavoz de la empresa.
Es el caso de Francisco Suárez, Fran, de 45 años, quien ha hecho de casi todo en su vida, de taxista a hostelero, antes de desembarcar en el equipo de cristaleros, un grupo compacto formado por cinco hombres y cuatro mujeres encargado de la limpieza de edificios públicos. También centros escolares. Y no sólo los cristales. También suelos o baños, «donde te sueles encontrar alguna que otra sorpresa desagradable».
Este oficial de tercera cuenta que, en casa, le cuesta mucho más ponerse a la tarea, pero la hace: «Los cristales los limpio yo, pero después de que mi chica me insiste varias veces», bromea. Y reconoce que, entre el uniforme fosforito (motivos de seguridad laboral obligan) y que no estamos muy acostumbrados a ver a chicos limpiando, llama «un poco la atención». Pero que, en cuestiones de género, no hay diferencias: «Cuando hay que coger un armario o un encerado y moverlo, si no podemos entre dos, lo cogemos entre tres. Da igual si somos hombres o mujeres». Y lo mismo si hay que subirse a una fachada con el único anclaje de un arnés.

Un plan 2008-2011

El esqueleto en el que se sustentan todas estas medidas es el Plan de Igualdad de Emulsa 2008-2011, vinculado al convenio colectivo para ese periodo, un documento cuyas primeras metas son «introducir la perspectiva de género en la gestión empresarial» y «garantizar la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres». Cifras cantan: «El 38% de la plantilla son mujeres, que suponen también el 40% del consejo de administración, el 23% de los puestos de jefatura (lideradas por una presidenta, una gerente y una jefa de administración) y un 15% de los puestos cualificados.
Una de ellas es Beatriz Mitre, quien sacó la plaza de capataz de jardines, con 18 personas a su cargo (quince hombres y tres mujeres), justo cuando estaba a punto de quedarse de baja maternal y que ha contado con «todas las facilidades para conciliar la vida familiar y laboral».
Solo en los tres últimos años, la empresa ha concedido diez permisos de maternidad, otros diez de paternidad, diez más de lactancia, dos cambios de vacaciones y tres de reducción de jornada con el mismo objetivo. Porque, por garantizar, garantiza hasta la adecuada gestión de los casos de acoso sexual. Solo en 2010, se registraron cuatro quejas en este sentido. Dos las presentaron hombres y otras dos, mujeres, y se resolvieron con la mediación de un asesor confidencial.
http://www.elcomercio.es/v/20110523/gijon/ella-camion-escoba-20110523.html

No hay comentarios: