Situada en Lopez´s Ramp, consta de 24 pequeños apartamentos con camas para madres e hijos. El objetivo es atender a víctimas de violencia sexista y a inmigrantes
Ana Segovia / Gibraltar | Actualizado 29.07.2011 Una asistente a la inauguración de la casa de acogida visita uno de los apartamentos, ayer.
El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, inauguró ayer una nueva casa de acogida para mujeres en riesgo de exclusión social situada en Lopez's Ramp. Esta instalación, que consta de 24 apartamentos equipados con cocina, baño y una o dos camas para madres e hijos, atenderá a mujeres que necesitan ayuda al ser víctimas de violencia sexista o bien inmigrantes, por citar algunos ejemplos.
Para estar en Claire Borrell House, que lleva el nombre de la directora del centro, las mujeres solo deberán respetar las normas establecidas para mantener una buena convivencia. Según declaró Borrell a este diario, "para vivir en esta casa no es necesario ser gibraltareña. Y por supuesto, todas aquellas mujeres que se encuentren en una situación de desamparo no tendrán que pagar nada", puntualizó.
Por su parte, el representante político del Peñón pronunció unas palabras durante el acto de inauguración. El socialdemócrata se refirió a algunas de las personas implicadas en este proyecto, haciendo especial hincapié en la propia Claire Borrell, gran impulsora del mismo hace tres años.
"Los gibraltareños son personas realmente generosas. Quizá hemos subido los impuestos, pero ha sido por una buena causa. La solidaridad que han demostrado todas las personas que han participado en esta idea ha sido inmejorable", dijo.
Claire Borrell no pudo evitar emocionarse al conocer que la casa llevará su nombre, grabado en una placa. "Este proyecto ha entrañado diversas dificultades, pero con paciencia hemos podido superarlas", apuntó.
En estos momentos ya hay varias chicas en esta casa de acogida tuteladas por Borrell. Europa Sur habló con algunas de ellas, que expresaron sentirse seguras en estas instalaciones y junto a la directora, ya que en la mayoría de los casos han sufrido maltrato.
"La casa es nuestro hogar mientras se soluciona la difícil situación que vivimos, así que la echaremos de menos cuando las cosas nos vayan mejor y nos marchemos", reseñó una de las jóvenes.
Hay que destacar que para la restauración del inmueble donde se ha ubicado la casa de acogida, los trabajadores tuvieron que acceder al mismo durante dos años a través de un túnel, ya que la única alternativa eran unas escaleras.
http://www.europasur.es/article/gibraltar/1031486/una/casa/acogida/atendera/mujeres/riesgo/exclusion.html
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