¡No quiero vivir contigo, me voy con papi!

Martes, 13 de Octubre, 2015

Pilar Aristy es quien escribe este artículo que deja al padre en un mal lugar, en el lugar al cual la justicia pretende que vaya. Con 4 días al mes a un padre o a una madre le es imposible ejercer como es correcta y conveniente su labor. Al padre se le sitúa en la posición de visitante, con lo cual queda anulada su capacidad de reacción frente a las necesidades de los menores,

En el artículo su autora refleja unas situaciones que son reales, unos papás que están presentes en la vida de sus hijos solo los días festivos y vacaciones. Y es precisamente cuando son pequeños los menores cuando dicen esto de "me voy con papi", porque a la inversa tenemos muchos más casos según va avanzando la edad de los niños. Los menores conforme van creciendo van estando obligados a adquirir mayores responsabilidades, y por contra también para los padres acaban otras. Ya no hay que cambiar el pañal, ya no hay que llevarles a la escuela o ir a recogerlos, pero surgen otros problemas mayores. Dejan más tiempo libre a sus cuidadores, pero entre comillas, pues se debe estar más pendiente aún de ellos en otros nuevos aspectos que aparecen. Aquí es donde vemos a muchos jóvenes que entran en la adolescencia que cuando acuden a esas humillantes visitas con el padre y éste pretende imponer unas normas y reglas en sus vidas que no han de cumplir con la madre, los menores reacción apartándose de la vida del padre, y con la colaboración no solo de la madre (en muchos casos), sino incluso de la administración, como es el caso más reciente de José Luis Pallares.

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Fuente:
Herramienta de manipulación: ¡No quiero vivir contigo, me voy con papi!
http://www.enterato.com/herramienta-de-manipulacion-no-quiero-vivir-contigo-voy-con-papi/