CUSTODIA PATERNA: El menor que mató a su madre y lo contó por Whatsapp acepta seis años y medio de reclusión

jueves, 29 de mayo de 2014

El menor que mató a su madre y lo contó por Whatsapp acepta seis años y medio de reclusión

Jueves, 29 de Mayo, 2014

Un acuerdo con la Fiscalía evitó ayer el juicio contra el homicida confeso, al que también se impondrán tres años de libertad vigilada

Las trágicas circunstancias en las que se produjo la muerte de Teresa Cameo Belenguer a manos de su propio hijo, de 16 años, el pasado 6 de octubre en una urbanización de La Romareda supusieron un tremendo golpe para la familia, que sin tiempo para asimilar lo sucedido hubo de enfrentarse a una terrible realidad: la pérdida de un ser querido y la detención y posterior reclusión de otro. El juicio contra el menor –que minutos después de acabar con la vida de su madre lo anunció a su amigos a través varios mensajes de Whatsapp– les iba a obligar a revivir esta semana aquellos tristes acontecimientos, ya que estaban previstas tres sesiones de declaraciones y periciales, incluida la de los forenses que practicaron la autopsia a la fallecida y contabilizaron hasta 15 cuchilladas en su cuerpo. Sin embargo, un acuerdo entre las partes ha evitado a esta familia volver a pasar otro mal trago, ya que el homicida confeso aceptó este lunes seis años y medio de internamiento y no será necesario continuar celebrando la vista.
La Fiscalía pedía inicialmente ocho años de reclusión para el parricida –que nació en Delhi (India) y fue adoptado cuando tenía cinco años–, al considerar que en el crimen concurrieron las circunstancias agravantes de alevosía y ensañamiento y debía calificarse de asesinato. Como medida complementaria, el ministerio público solicitaba también que, tras cumplir la pena y abandonar el Centro de Reforma de Juslibol, al acusado se le impusieran otros cuatro años de libertad vigilada. Idéntica condena proponía la acusación particular, que en nombre de los padres de la fallecida ejerce el letrado Javier Osés.Pero el arreglo con la defensa, a cargo del abogado Pedro Santisteve, ha reducido no solo los años de reclusión sino también los de libertad vigilada, que en lugar de cuatro serán finalmente tres.
En cuanto a la responsabilidad civil, el joven tendrá que indemnizar a sus abuelos maternos con 200.000 euros, compensación económica de la que su padre ha aceptado ser declarado responsable solidario directo.

Una violenta discusión
El crimen se produjo en el domicilio familiar, ubicado en el número 24 de la calle de Ramón Sainz Varanda de la capital aragonesa. Los padres del menor se habían separado hacía apenas tres meses y ambos acordaron que la custodia fuera compartida, por lo que cuando se produjeron los hechos el chaval estaba a cargo de su madre. Tras pasar la tarde del 6 de octubre con la familia paterna, el menor regresó en torno a las 23.30 a su casa, donde mantuvo una fuerte discusión con Teresa Cameo Belenguer. La disputa se produjo en el dormitorio del joven que, en un momento dado, cogió un cuchillo con una hoja de unos 15 centímetros y se lo clavó a su madre por la espalda. La víctima se encontraba de pie, pero la grave lesión hizo que cayera enseguida al suelo de la habitación.
Según las acusaciones, tanto pública como privada, el parricida utilizó la mano que le quedaba libre –ya que en la otra portaba el arma blanca– para coger a su madre por el cuello y apretárselo hasta hacerle perder la consciencia. En ese momento, sin posibilidad alguna de defensa, la mujer fue acuchillada por su hijo hasta en 15 ocasiones, lo que le originó gravísimas lesiones en el pulmón izquierdo y el miocardio. Como consecuencia de las mismas, la víctima falleció por un shock hemorrágico. Muerte que los forenses situaron entre la 1.30 y las 2.30 de la madrugada.
Perpetrado el crimen, el menor limpió el cuchillo y lo dejó junto al cadáver de su madre. Acto seguido, se quitó el pijama que llevaba manchado de sangre, se lavó y se cambió de ropa. Lo siguiente que hizo fue escribir varios mensajes de Whatsapps a su grupo de amigos, que a esa hora disfrutaban de la primera noche de las Fiestas del Pilar en Interpeñas y que, preocupados, trataron de hablar con él. Pero no lo consiguieron, ya que el parricida usó el teléfono para comunicar lo sucedido a su padre, que rápidamente se presentó en el domicilio y confirmó que su hijo le había dicho la verdad. Su exmujer yacía muerta en el suelo.