Soledad Puértolas: "La literatura que nos gusta siempre es la misma"

Sábado, 24 de Mayo, 2014

Por eso estoy totalmente a favor de la custodia compartida como principio.

Más de 30 libros, dos de los grandes premios de nuestro país –el Planeta y el Anagrama–, y un asiento en la RAE: todo un currículum para una gran mujer de letras
MH. En algunas de sus obras reflexiona sobre la incoherencia de la vida moderna. ¿En estos últimos 15 años nos hemos vuelto aún más incoherentes?
SP. Creo que el ser humano es incoherente por naturaleza. Nos hemos centrado en solucionar cosas materiales muy espectaculare, pero problemas de fondo, como el del hambre, no están solucionados. Y a pesar de que tenemos una conciencia de solidaridad, no la hemos desarrollado porque no ha convenido. Más bien hemos desarrollado todo lo contrario: el egoísmo, la competitividad, el éxito... Nuestra sociedad va por ahí, y es penoso porque se trata de un empobrecimiento personal que, además, genera unas injusticias sociales tremendas.
MH. Este es su cuarto año como académica de la Lengua. ¿Cree que la labor de esta institución es ahora más importante que nunca?
SP. Como vivimos con la lengua de una manera natural, no solemos reflexionar lo importantísimo que es el sabernos expresar bien, el saber comunicar bien nuestros sentimientos, problemas y dificultades. Siempre está la crítica de que este momento es precisamente el momento en que peor se habla, pero, aunque es verdad que la técnica ha simplificado el lenguaje, yo creo que expresarnos bien es un eterno problema.
MH. En estos años se han eliminado del diccionario algunas acepciones sexistas como “femenino: débil, endeble”. ¿Estamos en una sociedad menos sexista o sólo políticamente más correcta?
SP. Tenemos que pensar que es menos sexista, y si hacemos un análisis, por supuesto, que es cierto porque el pasado es tremendo con respecto a la mujer. Pero es verdad que no se avanza tanto como hubiéramos deseado o como se esperaba, la sociedad sigue estando muy marcada por la discriminación de la mujer.
MH. De hecho sólo hay siete mujeres en los 46 sillones de la Academia, no parece que se escuchen igual las voces femeninas y las masculinas.
SP. Sí, porque la evolución ha sido muy tardía. La academia se funda en 1713 y no se admiten mujeres hasta hace poco. Pero vamos a ver si en estos tiempos se va produciendo el cambio deseable, que sería lo adecuado en una sociedad donde los hombres y las mujeres se supone que en principio están en pie de igualdad. Hay que pensar que estamos en la dirección adecuada.
MH. En una ocasión dijo que a veces tenía la sensación de que su rasgo más importante como escritora era ser mujer, cuando con los hombres escritores nunca se destaca que son hombres. ¿Sigue suscribiéndolo?
SP. Totalmente. A mí cada vez me asombra más. Ya teníamos que estar acostumbrados a que en el mundo haya hombres y mujeres que escriban, destacar siempre que eres mujer como rasgo fundamental es raro. Con la maternidad y paternidad ocurre algo parecido: parece que la responsabilidad con los hijos es sólo de la mujer cuando es de ambos. Por eso estoy totalmente a favor de la custodia compartida como principio.
MH. Uno de los inventos que se ha popularizado en esta última década y media revolucionando el mundo editorial es el ebook. ¿Qué otras cosas han cambiado en su sector?
SP. Ha habido tantos cambios con respecto a la literatura en esta época que el panorama editorial parece otra cosa totalmente diferente a lo que era hace 15 años. La aparición de una literatura meramente comercial y de mercado, para consumir y casi tirar porque es una literatura que se consume a mucha velocidad, ha coincidido con una revolución tecnológica en los campos de la producción editorial y con la aparición del instrumento de lectura que mencionabas, el ebook. En ese escenario los que nos dedicamos a la literatura estamos muy desasistidos, con la sensación de que cada vez tenemos menos lectores y nos cuesta más llegar a ellos porque nos ha invadido una literatura que tiene otros planteamientos con los que de ninguna manera estamos en condiciones de competir. No es que esté en contra de la técnica pero nos ha cogido muy por sorpresa. A la larga creo que se solucionará pero aún estamos viéndolo. No se ven muchos espacios para el creador que está buscando una expresión que no tenga sólo el objetivo de consumir y pasar datos exclusivamente.
MH. Ayudó a crear el Instituto Cervantes, y en estos últimos años estuvo en el patronato. ¿Cómo cree que ve la literatura española el resto del mundo?¿Seguimos viviendo de las rentas de El Quijote?
SP. Hemos sido muy importantes en el siglo de oro y después también, pero al irrumpir la literatura latinoamericana con toda su novedad la literatura que se produce en España se quedó en un segundo plano. Creo que estamos en un momento más difícil porque hay muchísima competencia, se traduce menos que antes, los departamentos dedicados a la literatura española también están en crisis... Pero quiero ser optimista porque hay una voluntad de dar importancia a nuestra lengua, que va de la mano de nuestra literatura, y un ejemplo es el Instituto Cervantes.
MH. ¿Cómo ve el futuro literario?
SP. La literatura que nos interesa siempre es la misma: la esencia del ser humano y su relación con el mundo, el yo y los otros. Es El Quijote, Homero con sus viajes... ¿Qué forma adquirirá eso? No lo sé, pero la esencia de la literatura será la que ha sido siempre. Lo que cambia es la lengua porque aunque todo esté dicho hay que decirlo cada vez, en el lenguaje de cada época y según el contexto. Sin embargo, las preocupaciones siempre son las mismas: qué hacer con el dolor, con la muerte, cómo nos trastorna el amor.

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