Lunes, 18, de Enero, 2016
El artículo pertenece al psicólogo Daniel Rama Víctor. Cae en un grave error, un padre o una madre jamás visita a sus hijos. Un visitante mantiene una actitud frente a otra persona alejada, un padre o una madre en todo momento han de ejercer sus funciones, y ellas pasan por llevar las riendas en las relaciones con sus hijos.
Desde luego la realidad no se así, de ahí que Daniel insista en que se separan los padres, no los niños, que los niños no deben ser privados o apartados tras el divorcio de ninguna de sus figuras, y que el síndrome de alienación parental (manipulación contra el menor contra el otro progenitor) es una de las consecuencias que presentan los menores cuando la madre (o el padre también) intenta cargar su odio y resentimientos contra su pareja en los menores.
Los consejos son repetidos en uno y otro artículo, pero sí hay algo que el padre puede hacer por sus hijos para el día de mañana teniendo en cuenta como continúa hoy la legislación, y sobre todo como los jueces de primera y segunda instancia se saltan las órdenes que la Jurisprudencia del Supremo indica sobre que el régimen que verdaderamente protege el interés del menor es la custodia compartida. El padre que está dispuesto por voluntad propia a ceder sus obligaciones y responsabilidades parentales, está al mismo tiempo expresando que delega sus funciones paternas sobre la madre, que está dispuesto a pagar los servicios de una chacha (la madre) para el cuidado de sus hijos. Este hecho es el que argumentan después las asociaciones feministas para desprestigiar al padre, y al mismo tiempo, después la madre utiliza como prueba para demostrar a los menores (lograr el objetivo de la manipulación parental) que realmente su padre no quiso cuidar de ellos. Para un menor, su padre y su madre son los más importante en su vida, sean como sean, ellos son sus figuras de referencia, no necesitan súper héroes, ni personas perfectas, necesitan que estén a su lado, sentirse queridos, percibir que para el padre y la madre ellos son lo más importante. Tener la sensación de ser abandonados por uno de ellos, por mucho que lo escondan y se nieguen a manifestar, es una carga que llevarán de por vida.
El padre lleva las de perder en el proceso, sí, es cierto, pero quien más perderán serán siempre los menores si el padre acepta convertirse en un visitante para ellos.
Fuente:
http://www.europapress.es/sociedad/noticia-ayudar-hijos-superar-separacion-matrimonial-20160114142553.html
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