Son los periodos donde las madres que se oponen y presentan todo tipo y clase de pegas para que los hijos puedan ser cuidados por el padre no rechistan. Hablamos de los periodos vacacionales, en donde los menore pasan como norma el mismo tiempo con su madre que con su padre. Pero al mismo tiempo las madres (que son quienes en la mayor parte tienen la custodia) siguen recibiendo la pensión de alimentos y además libran de niños, y todo ello sin perjuicio de que después cuando llegue ese periodo donde los niños ya van al colegio, el poder de los menores pasa de nuevo a su exclusiva propiedad.
El artículo cuenta con la opinión de de una bogada y mediadora Inmaculada Jiménez, y de la psicóloga especialista en clínica Amparo Romero, ambas pertenecen a la Asociación de Mediación para la Solución de Conflictos Solucion@.
Algunas de las opiniones parecen un tanto inadecuadas, pues la edad de los menores no influye para nada cuando el padre y la madre permanecen unidos. En estos casos los bebés se dejan a cargo de los abuelos, para que los padres puedan trabajar o irse un día si les apetece de fiesta, pero tras la separación todo son pegas y límites para mantener el sistema impuesto de custodia materna..
Sacan a relucir también la manipulación parental, y choca como manifiestan que en la mayor parte de casos es la madre la que crea y genera ese conflicto de lealtades en los menores: experimenta tanta angustia y estrés por la separación que acaba contagiando su ansiedad al niño.
Otro de los temas delicados es el de las salidas al extranjero, pues es una de las épocas más propicias que fomentan la sustracción parental, y bajo ese machismo que considera en primer lugar que los hijos deben quedar bajo la custodia de la madre, después termina validándose a nivel judicial la sustracción de los menores, pues consideran que el derecho de la madre a fijar su libre residencia, prevalece sobre el derecho de los hijos a no ser apartados ni de su entorno social, cultural y de origen, y por supuesto de su padre y resto de familia paterna y materna.
es importante que en la sentencia judicial de divorcio se especifique que el menor no puede hacer un viaje de estas características sin la autorización de ambos progenitores. En el caso de Europa (del territorio Schengen) no es sin embargo necesario y basta con que el niño tenga el regla el pasaporte. El problema surge «cuando uno de los dos progenitores lo tiene en su poder y no se lo da al otro para hacer el viaje», explica la letrada. Para los traslados más allá de las fronteras europeas «ya es necesario un visado con la autorización de los dos». En este punto del debate, la pregunta es inevitable: ¿Qué ocurre cuando un padre o una madre se va con el pequeño y no vuelve?
Fuente:
Padres separados, niños y vacaciones: manual de instrucciones
http://www.diariosur.es/sociedad/padres/201607/04/padres-separados-ninos-vacaciones-20160703215026.html
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