El título de la entrada es el mismo que el de la noticia fuente. El artículo tiene que ver con el apoyo que está obteniendo Donald Trump en el elecciones norteamericanas, y la reflexión de la autora del artículo es la de que el feminismo está consiguiendo que muchos hombres e incluso mujeres rechacen al movimiento feminista.
Pretender convence que el movimiento feminista busca y persigue la igualdad es como hoy día querer convencer de que los partidos de izquierda en España defienden a la clase obrera. El feminismo es un movimiento que está siendo simplemente utilizado por la ideología de género para servir a sus intereses. Se están sirviendo del odio, rencor, despecho, y toda clase de sentimientos que albergan las feministas radicales para sacar adelante unas políticas que bajo que discriminan al hombre por la condición de su sexo.
Es España tenemos la ley más dura y además dentro del Código Penal, la ley de violencia de género, pero el poder y trato de favor que en algunos aspectos dispensan las instituciones a la mujer es muy significativo en algunas áreas como por ejemplo en la separación o divorcio, donde la mujer a nivel mundial conoce desde el inicio que la justicia como norma va a colocar a los hijos bajos su poder, y va a excluir a la figura paterna de sus vidas.
La guerra de sexos sigue adelante, y por muchas explicaciones que quieran dar, y maquillar las acciones no convence un feminismo que no reivindica que la madre sea la primera que exija que el padre tras la separación o divorcio no se dedique a pagar lo que se puede considerar como un servicio de guardería, sino que ejerza sus obligaciones y responsabilidades con su hijos, con son sus hijos quien necesita de ellas, y ellas, las mujeres, quienes necesitan una independencia para desarrollar una vida laboral y personal .
Los hombres y las mujeres son diferentes, y por mucho que pintemos y disfracemos al hombre y a la mujer en forma de géneros, las diferencias siempre van a persistir. El hombre y la mujer se han mantenido unidos a través de la familia, ahora tras la cadena de destrucción de la familia se busca que limitar las capacidades naturales de los varones pero no la de las mujeres. El embudo no puede colocarse siempre del lado más amplia para la mujer, la discriminación es discriminación siempre.
Algunas partes del texto fuente:
Artículo fuente de CATHY YOUNG
- Desde que la Declaración de Sentimientos de Seneca Falls, en 1848, enumeró los motivos de queja de la mujer contra el hombre, el feminismo siempre ha sido un desafío para el poder masculino.En la década de los sesenta, Betty Friedan afirmaba que los hombres no eran los malvados, sino unas víctimas más de las presiones sociales y las expectativas de sus mujeres, cuyo sustento y cuya identidad dependían de ellos. Eso empezó a cambiar en los años setenta con el ascenso del feminismo radical y su eslogan “lo personal es político”. Autoras como Andrea Dworkin y Marilyn French representaron a los hombres corrientes como los brutales soldados de a pie del patriarcado.
- La expresión mansplaining, “explicar como hombre”, se utiliza para calificar cualquier argumento de un hombre que no le gusta a una mujer.
- En Broadly, la sección para mujeres de la web Vice incluía hace poco un artículo titulado Un nuevo estudio confirma que los hombres son repulsivos, acompañado de una entrada en su página de Facebook que decía: “¿Eres un hombre? Seguramente eres repulsivo”
- El mensaje de que el feminismo también puede ayudar a los varones se ve menoscabado por guerreras como la australiana Clementine Ford, cuya “misandria irónica”. Las burlas sobre las “lágrimas masculinas” —en una camiseta que lucía la escritora Jessica Valenti para retar a sus críticos— parecen especialmente desafortunadas. Ignorar las falsas acusaciones de violación no es una forma de demostrar que la liberación de la mujer no viola los derechos civiles del hombre
Fuente:
Carlos Martínez
http://elpais.com/elpais/2016/07/04/opinion/1467635693_524761.html?id_externo_rsoc=FB_CC
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