05-05-2011 - Bernardo Rabassa
Se masca la tragedia, para los niños de padres divorciados, que pelean en los tribunales por la custodia de los hijos mientras se están estableciendo Leyes autonómicas, que buscan soluciones para este complejo problema que marcará el futuro de las sucesivas generaciones y que como poco, hará una España distinta, bien diferente de la familia tradicional, en tanto prolifera la familia monoparenteral o simplemente solteros.
Hace ya muchos años, en 1963 publiqué mi primer Estudio Sociológico sobre “Niños sin familia” en la provincia de Baleares, hoy Illas Balears y para hacerlo tuve que acudir a los asilos y casas cuna, pues era prácticamente inexistente su vida, en familias de separados dado lo mal visto que estaba entonces esta situación, en tanto que el divorcio ni existía.
Con el vine a Madrid, al 1º Congreso de la Infancia española, donde se filosofaba sobre el tema, en tanto yo traía estadísticas explicativas que asombraron a pedagogos y psicólogos, tenía entonces 22 años y había en Baleares solo 318 hijos de padres separados que representaban el 1.29% de los 24.558 niños en edad escolar, el resto 1.077 eran huérfanos (el 4.38 % de todos ellos)de los que 119 vivían fuera de sus familias y el resto con ellas.
Los hijos de padres separados vivían con la madre el 67.29% y con el padre solo el 10.39%, quien además no les solía acoger y los dejaba a cargo de otros. De los 178 Hijos de padre o madre desconocidos, los hijos de padre desconocido, como era lógico, eran un 76.4 % mientras que los de madre un 6.17%.
Era otra sociedad, pues hoy las cifras del divorcio son muy importantes. En España crece y va hacia el 30% sobre matrimonios celebrados. En USA está por encima del 40% bajando algo los últimos años. Es un fenómeno que se está dando principalmente, en el mundo occidental.
El número de divorcios y de separaciones ha dejado de aumentar en los últimos años. Probablemente, como consecuencia de la crisis económica, las rupturas matrimoniales han descendido un 10,7 por ciento en el año 2009, respecto a 2008 lo que da como resultado que la duración media de los matrimonios disueltos en España alcance los 15 años y medio.
En 2010. por el contario las rupturas matrimoniales han continuado aumentando en España a pesar de la crisis económica y del descenso del número de matrimonios, según constató el Instituto de Política Familiar (IPF) a partir de datos del Consejo General del Poder Judicial.
Concretamente, 33.103 matrimonios se rompieron en España entre enero y marzo del año 2010, un 4,8% más que el mismo periodo del año anterior.
Esta cifra significa que en el primer trimestre del 2010 se produjeron 368 rupturas matrimoniales cada día, es decir, una ruptura cada 3,9 minutos.
De estas rupturas, el 93,1% fueron divorcios (30.820), mientras que el 6,9% fueron separaciones (2.245) y se registraron únicamente 38 nulidades matrimoniales.
Además, las rupturas conflictivas supusieron un 40,4% del total, habiendo aumentado la conflictividad de las rupturas matrimoniales del 37,6% al 40,4% desde la entrada en vigor de la ley del divorcio exprés, en 2005.
“Más rupturas, más conflictivas y definitivas (únicamente divorcios) son los elementos comunes de la ruptura familiar en España desde la implantación en el año 2005 de la ley del divorcio exprés”, constató la entidad de investigación privada.
Por comunidades autónomas, Andalucía fue la región con más rupturas (6.101), seguida de Cataluña (6.082), Madrid (4.441) y Valencia (4.093).
Las comunidades con el menor número absoluto de rupturas fueron La Rioja, Navarra y Cantabria.
“La crisis económica actual o el descenso del número de matrimonios no han sido suficientes para evitar el incremento en el número de rupturas matrimoniales”, según destacó el presidente del IPF, Eduardo Hertfelder.
El número de matrimonios en España ha pasado de los 216.000 anuales en el 2004 a los 175.000 en el 2009. Sólo en ese año, la tasa de nupcialidad descendió en el país un 10%.
Así si comparamos los datos de 1962 con los actuales, hemos pasado de un 1.29 % a un 30 o 40 %. Nos daremos cuenta, de cuánto ha cambiado la sociedad española en 50 años y cuál es el drama de esos cientos de miles de niños de padres separados o divorciados. Un cálculo aproximado en 15 años se habrán producido unos 3 millones de separaciones lo que multiplicado por 1.3 hijos de media nos daría una cifra entre los 900.000 y el 1.170.000.
Además la edad media del primer matrimonio ha subido de 1976 de 26,6 años los hombres y de 24 en mujeres a 32.8 los hombres y a 30.6 las mujeres. Por otra parte han aumentado los solteros que pasan de 9.8 varones y 7.5 las mujeres a 23.8 los primeros y ellas a 15.3.
En otro Estudio que realicé en 1996 titulado” la mujer embarazada y madre ante el 1º año de la vida del niño” la edad promedio era de 27.7 años lo que quiere decir que ahora será superior a los 30 lo que dificulta el quedarse embarazada teniendo que acudir a tratamientos de infertilidad o a la adopción y eso que en España de 168 países analizados es mejor para ser madre que en Suiza o en Gran Bretaña, ocupando el lugar nº 12 por la mejor asistencia a la madre y al niño según la ONG “Save the Children” .
La mujer vive hoy 84 años de media, bastante más que el hombre que en 1963 se nos moría mucho antes dejando huérfanos al 67.7 % de los existentes.
En 2001 había casi 14.187.000 de hogares, de los que unipersonales eran 2.9 millones, lo que coincidiría con la cifra de los 3 millones antes mencionada en el censo actual, pues no ha hecho sino crecer desde entonces.
Ello nos lleva al problema de la llamada custodia y custodia compartida origen de conflictos sin cuento entre los divorciados/separados. Según Emilio Santos Leal(enlace), amigo que me ha escrito para pedirme mi opinión sobre la custodia compartida. Dice: El principal argumento de los que defendemos la custodia compartida cuando no hay acuerdo, es que es la única opción que favorecería el acuerdo y la cordialidad, que es lo que más necesitan los niños, mientras que la custodia monoparental impuesta (ley actual) favorece la beligerancia (es como decir: "sólo quedará uno, peleen ustedes"). La custodia compartida cuando no hay acuerdo es una garantía de cordialidad; la custodia monoparental cuando no hay acuerdo es una garantía de beligerancia. Y la beligerancia es el único aspecto claramente perjudicial para los niños cuyos padres no conviven.
El segundo argumento de los que defendemos la custodia compartida cuando no hay acuerdo es que la custodia monoparental, al final se traduce en custodia materna y, por tanto, va en detrimento de la igualdad de género, perjudicando a la mujer en lo laboral y al varón en lo familiar, es decir, nos ancla al esquema de siglos pasados. La otra solución a este problema sería una idea que nadie plantea: una ley de paridad en temas familiares. Emilio no es partidario de la paridad porque considera que eso no es igualdad, pero mientras se siga caminando hacia la paridad en lo laboral, y mientras no haya ley de custodia compartida sin acuerdo, a su juicio, sería necesaria una ley de paridad en lo familiar: tantas custodias paternas como maternas.
¿Que ocurre con las leyes actuales?
En Aragón; Los padres divorciados conservarán sus funciones como autoridad familiar sobre sus hijos, compartirán las decisiones en torno a su educación y podrán visitar regular y directamente a los menores.
Al romper la convivencia, los padres podrán elaborar un "Pacto de relaciones familiares" en el que se fijará la pensión que se ha de pagar, el régimen de visitas y otros aspectos. Posteriormente, todo será revisado por el juez, que podrá anularlo si considera que no prevalece el interés de los menores.
El pleno de las Cortes de Aragón ha aprobado Ley de igualdad en las relaciones familiares ante la ruptura de convivencia de los padres.
En Catalunya; El Gobierno catalán defiende que el texto se adapta a la realidad con «una nueva cultura de la familia».El Código Civil aprobado el Miércoles, 14 de julio del 2010 eleva los deberes de las parejas separadas con sus vástagos menores
En la medida de lo posible, la responsabilidad de los padres respecto a sus hijos en caso de separación se debe ejercer conjuntamente. Con esta frase –no exenta de una cierta ambigüedad por la coletilla «en la medida de lo posible»–, Catalunya dio un paso adelante, legal y simbólico, en favor de primar la custodia compartida en los casos de separación no amistosa.
En la Comunidad Valenciana en el mes de mayo entró en vigor la Ley 5/2011, de 1 de abril, de la Generalitat, de Relaciones Familiares de los hijos e hijas cuyos progenitores no conviven, la llamada Ley de Custodia Compartida valenciana. Señala que a falta de acuerdo entre los cónyuges será la autoridad judicial la que fijará los extremos del pacto de convivencia familiar. En caso de conflicto entre los cónyuges, y que no lleguen a ningún acuerdo entre ellos, los jueces aplicarán por regla general la custodia compartida, sin que sea obstáculo para ello la oposición de uno de los progenitores o las malas relaciones entre ellos.
Hasta ahora se le otorgaba a la mujer, en el 99,5% de los casos, la custodia. Además se le adjudicaba una pensión de alimentos para sus hijos menores y el uso y disfrute de vivienda familiar. Ahora, con la nueva ley también se puede pactar de mutuo acuerdo que sea la madre quien tenga la custodia, pero el cónyuge varón va presionar mucho a ésta para que rebaje la cuantía de la pensión de alimentos, si no va a amenazar con el divorcio contencioso, y será entonces cuando el juez establecerá la custodia compartida como hemos visto, con lo que la madre se quedará sin la custodia completa de los hijos, ni por supuesto la pensión de alimentos, ni el uso y disfrute de la vivienda familiar, por lo que esta ley lo que va hacer es aumentar mucho más si cabe la conflictividad entre las parejas en este momento de ruptura matrimonial. Con lo que esta nueva normativa va a frenar mucho los llamados divorcios exprés de mutuo acuerdo que ya estaban muy consolidados.
Además están en proyecto los de Navarra, País Vasco, Baleares y Galicia, todas ellas partidarias de la Custodia compartida.
En cuanto a mi opinión, me preocupa, en primer lugar que las leyes de custodia sean distintas, como lo será la jurisprudencia y me refiero concretamente al aumento de la conflictividad por tener que compartir nada menos que unos hijos. De hecho, en mi opinión, las mujeres asesinadas por lo que se llama violencia de género, han aumentado en 2010 y siguen haciéndolo ahora, por la injusticia que suelen cometer los jueces en sus sentencias de divorcio, prefiriendo a la mujer al hombre y obligando a este ultimo a pagar y perder todo, además de poder ser acusado y detenido sin pruebas si la mujer le denuncia. Un % no muy alto de ellos pero suficiente ha aumentado recientemente su agresividad, desde que se ha publicado la Ley de Violencia de Género que es violentamente discriminatoria para el hombre y por ello, precisamente han aumentado los casos. Triste decisión la del Gobierno que consigue con todos sus sistemas coercitivos y prohibiciones aumentar lo que pretende disminuir. ¡Así le van las cosas a la Pajin!
¿Aumentará la conflictividad o la disminuirá la Custodia compartida?. La verdad es que es difícil hacer pronósticos, aunque es de suponer que beneficiando esta al hombre, disminuirá su desesperación y con ello y a través solo de una adaptación civilizada a las nuevas normas, la conflictividad y probablemente nos acercaremos a una mejor justicia.
Lo de la paridad, me parece complejo, pero desde que en 1968 publiqué en el periódico “Pueblo” un artículo titulado “Amor y procreación” donde defendía la píldora anticonceptiva para la mujer, lo que la liberaba de tener hijos no deseados, justo el día 28 de julio en que el sínodo de los Obispos españoles, se declaraba fervoroso partidario de la “Humanae Vitae” una encíclica escrita por el papa Pablo VI que fue publicada el 25 de julio de 1968. Esta encíclica, que además incluyó el subtítulo Sobre la regulación de la natalidad, detallaba la postura que tiene la Iglesia Católica hacia el aborto, los métodos anticonceptivos y otras medidas que se relacionan con la vida sexual humana. Debido al hecho que la encíclica prohíbe todo tipo de control artificial de la natalidad, su publicación resultó muy controvertida especialmente entre los católicos, hasta que el cambio de los tiempos ha acostumbrado a su uso a la mayoría de ellos.
Fue la primera liberación de la mujer hacia la paridad en España, en tiempos de Franco.El divorcio después, el aborto, las leyes de paridad, las de género (que no me gustan nada), la incorporación de la mujer a los estudios superiores y al trabajo, han cambiado el panorama.
¿Estamos en otra sociedad?, la verdad es que si, ¿Es mejor?El progreso siempre es mejor, pero tenemos el terrible drama de los niños sin ambos padres en el mismo hogar, en una cifra millonaria que augura desde el punto de vista del ejemplo, una sociedad ,más y más egocéntrica, individualista, con cada vez más solteros, que no garantiza siquiera la supervivencia de la población , con el riesgo de que no haya jóvenes capaces de pagar las pensiones a los mayores en no más allá de 30 años.
La familia según M. Riquelme Pérez es de una importancia vital para el sano desarrollo de los seres humanos. Sin embargo, en algunas circunstancias, la separación puede ser una medida necesaria cuando la relación de la pareja se ha vuelto muy conflictiva, tiene repercusiones graves sobre los hijos y se han agotado todas las vías para resolver la situación.
El divorcio fue creado como remedio social contra un matrimonio infeliz, pero en estos últimos años se ha visto que la pareja y gran parte de los hijos de cualquier edad tienden a considerar el divorcio como una experiencia extraordinariamente traumática.
En la gran mayoría de los casos, la custodia de los hijos se concede a la madre y, a veces, ella no está preparada para sus nuevas responsabilidades, en gran parte debido al estrés emocional ocasionado por el divorcio. Se ha visto que el primer año después del divorcio es el período donde se da la mayor incidencia de conducta negativa en los hijos y el más inadecuado comportamiento parental, La reacción de los hijos a la separación de sus padres depende de la edad y del funcionamiento psicológico de cada niño en particular. Se sabe que la calidad de la relación entre padres e hijos después de la separación es un factor muy significativo en la adaptación de los niños a la nueva situación. Este factor tiene tanta importancia o más que el nivel de conflicto entre los padres por lo que se recomienda Informar a los padres sobre: 1. Los efectos de la separación en los hijos. 2. La forma de comunicar a los hijos la separación 3. Cómo hablar sobre el padre o madre ausentes. 4. Cómo organizar las visitas del padre o madre ausentes.5. La conveniencia de seguir residiendo en el mismo hogar 6. La nueva organización del matrimonio y las nuevas parejas.
¿Niños sin familia tradicional? tragedia o simple cambio social. El tiempo lo dirá.
*BERNARDO RABASSA ASENJO
PRESIDENTE DE HONOR DEL CLUB LIBERAL ESPAÑOL
PRESIDENTE FUNDACIÓN FIECS
“INSTITUTO EUROPEO PARA LA COMUNICACIÓN SOCIAL”
http://www.diariocritico.com/2011/Mayo/opinion/rabassa/269099/rabassa.html
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