Un juez ha ordenado que hagan uso del domicilio la exmujer de su hijo con sus hijas y su nueva pareja
26.07.11
Con la ayuda de sus numerosos amigos y conocidos, Rosario García ha vuelto a ganarle el pulso a la justicia. Decenas de vecinos de Sangonera La Verde se han concentrado esta mañana ante su puerta para evitar que se hiciera efectivo el auto de medidas provisionales del juzgado de Primera Instancia número 9 de Murcia que asigna el uso del domicilio de esta mujer a su exnuera. Y lo consiguieron.
La situación se originó hace unos meses, cuando el hijo de Rosario, Antonio Vidal, de 40 años, se separó de su mujer y madre de sus dos hijas. Dado que la pareja había residido los últimos años en una vivienda de la pedanía, propiedad de la madre de Antonio, el juez considera que la mujer debe seguir residiendo, junto con su nueva pareja y las pequeñas, en esa vivienda. El juez lo justifica en aras del beneficio de las dos niñas, cuya custodia por ahora conserva la madre.
La familia de Antonio Vidal, sin embargo, tiene claro que la situación sería «insostenible» y ya ha recurrido la resolución judicial. A la espera de que se resuelva este recurso, la familia cuenta con la oposición vecinal como principal arma. «Creemos que la ayuda del pueblo, la conciencia social de la justicia, ha vuelto a evitar una situación en la que los más perjudicados serían los menores», explica José Carlos Vaquero, letrado de Rosario García. La familia de Antonio Vidal agradeció ayer esta nueva muestra de apoyo y aseguró que está dispuesta a llegar al Supremo si fuera necesario.
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