Internacional| 30/06/2011
Una pareja, Felix Han y Liu, de 30 y 23 años, residentes en la provincia de Guandong, viajaron al Ártico poco antes de contraer matrimonioZhang está casado, tiene un hijo de tres años, y goza de un nivel de vida medio-alto, según los parámetros chinos. Tiene dos apartamentos de propiedad, con un valor de mercado de un millón de yuanes, una cuenta en el banco con 100.000 yuanes ahorrados y un salario mensual de 5.000 yuanes (550 euros).
Pero Zhang no era del todo felíz en casa. Se sentía incómodo. Tenía una aventura extramatrimonial y dudaba qué camino tomar...Hasta que el programa informático Mi separación y divorcio le advirtió que tras el divorcio sólo le quedarían 190 yuanes.
“La máquina me dijo que porque yo hubiera tenido una aventura extramatrimonial no tenía necesariamente que quedarme con la mitad de los bienes y me emplazó a valorar más mi matrinomio y mi familia”, explica Zhang a The Changjiang Times.
El nombre de Zhang es falso, pero su caso es verdadero e ilustra la tendencia de moda entre las jóvenes parejas chinas: acudir al programa informático Mi separación y divorcio, para averiguar si les saldría a cuenta iniciar una nueva vida por separado.
Una inquietud que es cada vez mayor en la sociedad china, debido a la mayor independencia social y financiera tanto de hombres como mujeres. Según datos del Ministerio de Asuntos Civiles, en los primeros tres meses del año se ha divorciado un total de 465.000 parejas, un aumento del 17% respecto al 2010.
Mi separación y divorcio es un programa informático puesto en marcha el año pasado por el departamento de Educación Financiera al Consumidor del Gobierno británico (www.moneyadviceservice. org.uk/), con el objetivo de calcular los costes que para una pareja puede llegar a suponer la separación. A pesar de estar pensada para los habitantes de Inglaterra y País de Gales, los chinos la han hecho suya. Y lo que en este país de 1.340 millones de habitantes, en el que se divorciaron cerca de dos millones de parejas en el 2010, empezó como una diversión se ha convertido en una herramienta de consulta y, posiblemente, haya salvado más de una familia, como es el caso de Zhang.
Como él, son varios los internautas chinos que, tras calcular cuánto costaría divorciarse, han decidido no romper sus matrimonios. Otros, como Liu Xiaolan, en cambio comentan en el diario Global Times que “de haber sabido que divorciarse cuesta tan caro, no me hubiera casado”.
Y es que la calculadora británica lo valora todo, a partir de los datos que introduce el interesado anónimamente. No obstante, la máquina advierte antes de iniciar las estimaciones que “si usted vive en otro lugar, habrá diferencias legales, y le aconsejamos que busque ayuda profesional”. Pero esto es lo de menos, lo que quieren saber los chinos, es cuanto les va a costar el divorcio y si les sale a cuenta.
http://www.lavanguardia.com/internacional/20110630/54178182507/un-sistema-que-calcula-el-coste-del-divorcio-triunfa-en-china.html
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