«Un sádico proceso de destrucción física y psíquica de la menor». De tan desgarradora manera describe el fiscal la forma en que, a lo largo de varios meses, actuaron la madre y el padrastro de la pequeña Lesly Estefanía, de siete años de edad, a la que supuestamente sometieron a reiterados malos tratos y a una brutal agresión sexual que la habría conducido a la muerte.
El suceso, del que en su día informó en exclusiva 'La Verdad', se produjo el 5 de noviembre de 2008, en la localidad de Fortuna. Esa mañana, el cuerpo de la niña fue hallado en su habitación por su hermano mayor, quien alertó a su madre. Los forenses determinaron que la menor había fallecido horas antes a consecuencia de una peritonitis, derivada de una infección abdominal, que habría tenido su origen en una agresión sexual que le causó desgarros en la vagina.
Tanto la madre, Amelia Verónica U.M., de nacionalidad ecuatoriana, como su compañero sentimental, Juan Pedro M.G., natural de Fortuna, fueron detenidos e ingresados en prisión, donde permanecieron hasta enero de 2011.
Ahora, el Ministerio Fiscal acaba de calificar el asunto como constitutivo de un delito de malos tratos habituales y otro de homicidio, de los que considera responsables por igual a los dos procesados.
La descripción que realiza sobre la manera en que pudieron ocurrir los hechos es capaz de estremecer incluso a las almas menos sensibles.
Explica que en junio de 2008, el matrimonio utilizó la figura del arraigo familiar para traer a España a Lesly Estefanía y a su hermano mayor, quienes durante un tiempo habían permanecido en el Ecuador con unos familiares.
Entre los meses de junio y noviembre, «guiados por un ánimo de menoscabo físico», habría propinado a Lesly, «de forma continua y reiterada», numerosos golpes en distintas zonas del cuerpo, hasta el extremo de que el fiscal reseña hasta una treintena de hematomas, cicatrices, erosiones y cianosis de distinta antigüedad repartidas por toda la anatomía de la niña.
Sádica destrucción
«Finalmente -describe en un párrafo que es digno de una novela de terror-, guiados por un ánimo libidinoso, entre los días 3 y 5 de noviembre de 2008, culminaron su sádico proceso de destrucción física y psíquica de la menor, golpeando a Lesly en la vagina con un objeto contundente, que posteriormente introdujeron violentamente en la vagina produciéndole un desgarro que afectó a labios mayores y menores de la vulva, en la zona de la comisura anterior, un hematoma en el lado interno del introito vaginal, otro hematoma entre el labio mayor y menor del lado derecho de la vulva y un desgarro himenal».
Más todavía, detalla el representante del Ministerio Público que «la gravedad de esas lesiones precipitó, en un periodo máximo de 36 horas, una peritonitis. Pese a los terribles dolores que el proceso infeccioso ocasionaba a Lesly, los acusados, temiendo que pudieran descubrirse las atroces agresiones a que la habían sometido, la retuvieron en su habitación, negándole cualquier tipo de asistencia sanitaria, no obstante a ser conscientes de que se encontraba en serio peligro de muerte, sujetándola y tapándole la boca para evitar que sus gritos alertaran a los vecinos».
Sobre la una de la madrugada del 5 de noviembre, «tras una inhumana agonía», la niña falleció, víctima de un shock séptico.
El fiscal considera que Amelia Verónica U.M. y Juan Pedro M.G. son responsables, por igual, de un delito de malos tratos continuados y de otro de homicidio, con los agravantes de parentesco y abuso de superioridad, por los que solicita para cada uno de ellos una pena de 18 años de prisión. Además, reclama una indemnización de 90.000 euros para el padre biológico de la niña.
Los hechos tendrán que ser calificados ahora por la acusación particular, ejercitada por el citado padre biológico de la pequeña y representada por el abogado Evaristo Llanos Sola. Previsiblemente, pedirán como mínimo las mismas penas que el Ministerio Fiscal.
Por lo que se refiere a la defensa de los dos acusados, ejercitada por los letrados Carmen Guillén Grima y Vicente Pérez Pardo, sostiene, basándose en informes de tres reputados especialistas en Medicina Legal, que los signos de malos tratos no son irrefutables, que los hematomas y lesiones son compatibles con golpes accidentales, que no hay evidencia alguna de penetración sexual y que el desgarro que la pequeña presentaba en su vulva es compatible con una caída con la bicicleta. Todo apunta a que pedirán la absolución de ambos.
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