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http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/la-gigantesca-hipocresia-del-psoe-con-el-aborto-70312/Los socialistas han cargado contra el anteproyecto de reforma de la ley del aborto elaborado por el gobierno recurriendo a consignas basadas en la más vil demagogia. Hacer de un asunto tan complejo como el aborto -en el que hay en juego intereses contrapuestos que la ley ha de proteger por igual-, un ariete para socavar la legitimidad del Gobierno en ejercicio es de una irresponsabilidad sólo al alcance del actual PSOE de Rubalcaba, dispuesto a todo con tal de mejorar sus penosas expectativas en todos los órdenes.
Las reiteradas apelaciones de los dirigentes socialistas a un exterminio de "la libertad de la mujer", la vuelta "a la clandestinidad y el miedo", o calificar de retroceso de tres décadas una modificación legal que hace compatible la regulación actual del aborto con las directrices marcadas por el Tribunal Constitucional, convierte esta respuesta del principal partido de la oposición en una vulgar campaña de agitación cuyos frutos sólo pueden provenir de las bases más fanáticas del socialismo español, completamente alejado de las modernas socialdemocracias europeas.
La tremenda hipocresía del PSOE queda perfectamente de manifiesto cuando se examina el tratamiento del aborto mientras los socialistas gobernaron bajo el prisma de sus actuales reclamaciones. Rubalcaba y Valenciano, al frente de la actual ofensiva contra los planes del Gobierno, insisten en calificar de "derecho" de la mujer su decisión de acabar con la vida del ser humano que lleva en su seno. Sin embargo, la regulación actual del aborto, obra de este mismo PSOE, no lo convierte en derecho indiscriminado, sino que limita su ejercicio a unos condicionantes tasados en función de un sistema de plazos. ¿Pueden explicar Rubalcaba, Valenciano y el resto de socialistas involucrados en esta campaña propagandística explicar por qué con su ley el "derecho de la mujer" a abortar libremente expira en la semana decimocuarta? Por supuesto que no. Entre otras cosas porque no hay argumentos científicos que permitan asegurar que al término de esa fecha el feto adquiera unas características biológicas que lo distinguen de su estado inmediatamente anterior.
Los grandes olvidados en esta cruzada abortista del PSOE son los hombres, a los que se excluye de una decisión que les compete tanto como a la mujer con la cual han concebido una nueva vida. Además de fomentar la irresponsabilidad paterna con el principio sesgado de que sólo la mujer puede decidir si aborta o no, se da la paradoja legal de que cuando el embarazo llega a su término la responsabilidad del padre es perseguible por los tribunales, mientras que se les priva de tomar parte en la decisión de un acto de tanta trascendencia como es acabar o no con la vida de su futuro hijo.
Por más que insistan los socialistas y sus terminales mediáticas, el Anteproyecto de Ley aprobado este pasado viernes no es un ataque "a la libertad y la dignidad" de la población femenina puesto que las mujeres españolas van a poder seguir abortando, si bien en función de unos supuestos que buscan el equilibrio entre el derecho a vivir del nasciturus y la decisión de la mujer de interrumpir su embarazo, tal y como exige nuestro Tribunal Constitucional.
Si el PSOE creyera sinceramente que el aborto es un derecho cuyo ejercicio compete únicamente a la mujer embarazada habría permitido acceder a él libremente hasta el final mismo de la gestación, algo que obviamente no incluyeron en la ley actual porque hasta los socialistas son conscientes de la inmoralidad intrínseca que supone acabar de manera indiscriminada con una vida humana. Eso, y no otra cosa, es el aborto, por más que los socialistas anden azacanados ahora en una operación de baja estofa que, lejos de defender a la mujer como predican, busca simplemente desgastar al Ejecutivo que limpiamente los vapuleó en las últimas elecciones generales.
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