IDEOLOGIA DE GÉNERO PURA Y DURA

Miércoles, 25 de Diciembre, 2013
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El Partido Socialista, PSOE, que es una organización con una alta carga de radicalismo facilón e intelectualmente de un nivel de primaria, ha logrado en estos días un hecho político mundial, revolucionariamente insólito, ha hecho un llamamiento en pro de la superación  de las ideologías, sí así como suena; su número dos, no por casualidad, Doña Elena Valenciano, ha apelado a la condición sexual, que no al argumento y la razón, de las diputadas del PP, para que en un ejercicio de clan, de jauría o secta sexual, se pongan en contra del proyecto de ley de reforma del aborto de su propio partido.

Alguien podría pensar que esta “ innovadora “ política del PSOE se haría extensible a toda su acción política , nada más lejos de la realidad, es solo una llamada a la unidad de acción de un feminismo de caverna,  marginado de la igualdad real, de la justicia, de la libertad y de la solidaridad. Este feminismo de género ha pervertido y corrompido hasta la saciedad todos y cada uno de esos valores básicos de una sociedad moderna y democrática, reduciéndolos algo tan pedreste como “ la igualdad para mí no para ti “, “ la justicia, la que me conviene  y de autor “, “ la libertad solo de las mujeres “ y la “ solidaridad solo conmigo ”.

Aunque con grados y matices diferentes esta aberración política e ideológica ha ido empapando a muchas formaciones políticas, incluido el Partido Popular  y a una parte de la sociedad, de una manera más o menos inconsciente.

Este feminismo de caverna y a veces incluso violento, ha causado graves daños a la sociedad democrática y a la igualdad real, de ello tenemos muchos ejemplos vivos en nuestra sociedad, y curiosamente fundamentándose en el más arraigado de los machismos, pero claro, sea como sea y de la manera que sea, lo importante para este feminismo es poner, social y jurídicamente, a un sexo por encima  del otro, a la mujer por ser mujer, por encima del varón por ser varón.

Ejemplos hay muchos, como la ley de Cotitularidad de las Explotaciones Agrarias, en las que una mujer por el hecho de convivir o de casarse  con un propietario agrícola, puede acceder a la cotitularidad de la propiedad, no es necesario creo explicar el fundamento machista de la ley.

La llamada ley del divorcio, en la que los niños son manipulados y utilizados por el propio Estado y por una de las partes, de forma impuesta,  para hacerse con su propiedad legal y obtener beneficios económicos de paso. Es decir la condición de madre le da derecho de pernada para lograr un monocultivo vivencial sobre el niño que más tarde se hará también monocultivo emocional pocas veces superable. Claro como este caso la desigualdad es manifiesta, se acomoda el argumento al del bien superior del menor, dictado eso si de modo totalitario y como si éste estuviese al margen de sus dos padres.

La Ley Integral contra la Violencia de Género, la ley que impone un trato penal distinto entre el hombre y la mujer, de modo que la mujer por ser mujer tiene presunción de veracidad en sus afirmaciones cuando denuncia a un hombre y el hombre por el hecho de ser hombre es ya de entrada culpable.

La ley del aborto que permite, entre otras cosas, a la mujer marginar al progenitor masculino de las decisiones de futuro del nasciturus, porque considera a la mujer propietaria y soberana sobre la vida de otro ser humano, distinto de cualquier otro, aunque momentáneamente dependiente. Se implican los recursos del Estado para hacer cumplir eso a lo que se ha elevado a categoría  de derecho.

Las estructuras y los recursos de las administraciones públicas, desde un ministerio propio pasando por una cadena de centros e institutos, consejerías, juzgados, concejalías, servicios sociales, comisiones, hasta nichos laborales como el de técnico de igualdad que a modo de comisarios políticos se han creado para colocar a sus gentes, y un largo etc;  todos ellos dedicados a la práctica del sectarismo institucionalizado a favor exclusivo de una sola parte de la población, la femenina,  que nos deja boquiabiertos. No se encuentra un ejemplo equiparable de una acción del estado semejante a favor de un solo grupo social, más que en la Alemania Hitleriana.

Desde hace mucho tiempo tengo una sensación intensa de “ dèja vu “ que me  recuerda  el ambiente inquisidor, de censura y de persecución de las ideas como lo había en el Franquismo, respecto a la situación social y política que existe hoy en España con el feminismo de género. Tal como entonces escribir sobre ello se vuelve temerario y ya se sabe que el miedo en una sociedad, destruye la democracia.

 Javier Santos

24 de Diciembre de 2013 en Talavera de la Reina 

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