El hijo de Kiko Rivera ha perdido la custodia compartida. No es ni Kiko ni Jessica Buena quienes pierden, es el pequeño. Va a tener que recorrer más de 8000 kilómetros cada mes para poder relacionarse con su padre 4 días al mes. Así es como se quitan de en medio los jueces los divorcios, así de despachan.
Prima el interés de la madre, una madre que a pesar se mantener -se supone- una independencia económica "corre" detrás de su nueva pareja a dónde ésta vaya. Primero fue de Sevilla a Eibar, y luego a Londres, ¿mañana cuál será su próximo destino? Es lo que antes hacía una mujer que dependía económicamente de su marido, la familia se veía condicionada a vivir allí donde el marido encontraba su puesto de trabajo, y un juez ha decidido que lo mejor es dar prioridad a las nuevas necesidades de la madre antes que a la necesidad de un menor a relacionarse con su madre y a permanecer en su entorno habitual, de esta manera cree la justicia que se procura una estabilidad en los menores, que se protege ese interés del menor o favor "filii". ¿No hubiera sido mejor que fuese la madre quien se desplazase hasta España y haber mantenido al niño desde un principio en su lugar de origen? Pues no, como la custodia hay que dársela a la madre lo normal fue primero dar validez legal al traslado hasta la otra punta de España (las 500 millas), y luego ya para remediar la metedura de pasta pues que el niño siga el destino que decidan las nuevas parejas de la madre. SON LAS PAREJAS DE LAS MAMÁS LAS QUE DECIDEN DONDE VIVIRÁN LOS HIJOS.
Tenemos también el caso de la hermana de Kiko Rivera, a quien como mujer también fue concedida la guarda y custodia, para que después dejase a la niña con una cuidadora y ella se marchase a una isla en Honduras.
Kiko Rivera verá a su hijo un fin de semana cada quince días en Sevilla
http://www.telecinco.es/elprogramadeanarosa/corazon/kiko-rivera-vera-a-su-hijo-un-fin-de-semana-de-cada-dos_0_2037525165.html
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