El 16 de julio de 2010 un marroquí me drogó y violó en Barcelona. También me grabó en vídeo desnuda e inconsciente. Los Mossos d'Esquadra hicieron una labor excepcional a lo largo de los siguientes meses y pudimos presentar ante la jueza de instrucción unas diligencias que habrían servido para meter a este malnacido en prisión por una larga temporada. Mi testimonio lo apoyaban también informes periciales de psiquiatras y toxicológicos, por no hablar de la foto que mostraba el desgarro que este moro me causó durante la agresión en mis partes íntimas.
La jueza no vio indicios de delito. No hubo juicio tras dos largos años de espera.
El caso fue tan sangrante que apareció en prensa y televisión: telediario de TVE1, Callejeros (Cuatro) Robos con violencia, Más vale tarde de La Sexta, Diario De con Mercedes Milá, El País, el diario catalán Ara, etc. Creó tanto revuelo que un año después se creó un protocolo para que todos los hospitales a nivel nacional supiesen cómo atender a una víctima de violación por sumisión química. Hoy en día este protocolo existe, aunque me consta que los casos que quedan impunes en los tribunales siguen multiplicándose.
¿Qué tiene esto que ver con el tema de las denuncias falsas? Mucho. Uno de los primeros pensamientos que tuve cuando se archivó mi caso tras tanta lucha fue: "Si no existiesen tantas denuncias falsas por violación, mi caso habría tenido un juicio justo". Al final, y por culpa de estas mujeres, pagamos justos por pecadores.
Los Mossos me creyeron desde el minuto uno que empecé a explicarles mi caso, aún sin poder creerme yo misma lo que me había pasado. Recuerdo perfectamente mis primeras palabras en la comisaría: "Mira, sé que lo que te voy a contar te va a sonar muy raro, pero te juro que es la verdad". No es fácil presentarte en un caso de violación sin signos físicos aparentes de violencia, pero gracias a Dios se tomaron la investigación en serio y fueron haciéndose con las pruebas: el vídeo, etc, ya que detuvieron al agresor que confesó recordar lo que me había hecho, aunque después ante la jueza cambió su testimonio bien asesorado por su abogada defensora.
Por eso culpo del fracaso de mi caso en gran medida a esas mujeres que son capaces de inculpar a un hombre falsamente en un asunto de agresión sexual. Por vuestra culpa no sólo me violaron a mí y no pude hacer caer sobre él el peso de la ley. Por vuestra culpa ese hijo de puta habrá vuelto a violar y seguirá haciéndolo.
A día de hoy soy mamá de un bebé precioso de 8 meses y puedo decir que tras cinco años de la violación he logrado escapar de un infierno de terrores, fármacos y desprecio hacia la propia vida. Hoy vuelvo a parecerme a la mujer que era antes de la agresión y he rehecho mi vida con un hombre que me ha dado a conocer esta página porque él mismo lleva años siendo víctima de su exmujer, y yo testigo de ello.
Por eso apoyo a todos esos hombres víctimas directas de la falsedad y maldad de esas mujeres que se saben respaldadas por unas leyes mal formuladas o mal interpretadas, y también apoyo a hombres y mujeres víctimas indirectas como lo fui yo de quienes con sus denuncias falsas nos restan credibilidad a las verdaderas víctimas.
Ánimo.
- El agresor de Adriana, en libertad tras drogarla y violarla
Fuente:
Adriana S.D.
https://www.facebook.com/groups/308976671793/permalink/10153147688656794/
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