Este recurso dedicado a resolver diferencias entre los progenitores sobre la tutela de sus hijos alcanza una cifra récord y genera «una lista de espera impresionante»Enlaces:
Desde su creación, en 2005, no ha dejado de crecer. Tanto, que «tiene una lista de espera impresionante de personas a las que les gustaría tener acceso a él y no lo tienen», cuenta el presidente de la Asociación de Padres Separados de Asturias, Luisma López, sobre el Punto de Encuentro Familiar de Gijón. Uno de los cuatro que existen en Asturias. Y el más demandado de largo, seguido por los de Oviedo (con 132 niños y niñas atendidos en 2013) y Avilés (90 menores) y a mucha distancia del de creación más reciente, el de Navia (18).Los datos referidos al pasado año confirman esa elevada demanda de la que habla López, con un récord histórico de 197 menores de 181 parejas separadas atendidos en un «lugar para los encuentros», un espacio neutro en el que se trata de fomentar el diálogo y que sus usuarios puedan ejercer de padres, madres, hijos e hijas con tranquilidad.Un piso situado en la calle Cabrales es el lugar físico donde acuden esos menores con padres alejados. Desde bebés a adolescentes, aunque la edad media se sitúa entre los seis y los ocho años.El perfil mayoritario es el de una niña que convive con su madre y recibe las visitas de su padre. Y en lo que también coincide la mayoría de ellos es en que son hijos de parejas separadas con diferencias irreconciliables que necesitan de la mediación profesional para cumplir el régimen de visitas establecido por un Juzgado de Familia o de Violencia contra la Mujer, aunque también se puede llegar derivado por los servicios sociales o, en casos excepcionales, por solicitud directa.La criba es estricta. «Los jueces seleccionan los casos en los que el Punto de Encuentro Familiar se considera más necesario», explica el portavoz de la Asociación de Padres Separados de Asturias, que aplaude la eficacia y la profesionalidad del servicio que prestan educadores, psicólogas, abogados y pedagogas. Un trabajo con dos objetivos fundamentales: apoyar el cumplimiento del régimen de visitas fijado por el juez encargado del caso y guiar a los padres para que fomenten actitudes positivas con sus hijos e hijas.Lo hacen a través de tres fórmulas: las visitas tuteladas -en las que el progenitor que no tiene la custodia del menor visita a su hijo en el propio centro siempre bajo la supervisión de un equipo técnico-, las visitas en el propio centro en el que la supervisión no es necesaria, y, por último, los intercambios, en los que únicamente se controla la entrega y la recogida de los menores para la realización de encuentros con sus padres fuera del centro.Informes periódicos«Lo ideal sería que los Puntos de Encuentro no existiesen porque no hiciesen falta», reflexiona Luisma López, «pero lo cierto es que son necesarios porque hay mucha gente que se lleva mal con su pareja, que tiene una orden de alejamiento o que quiere evitar cualquier tipo de problema cuando recoge o entrega al niño. Y son necesarios más porque hay muy pocos». También es el juez quien recibe los informes periódicos del equipo y quien decide, en última instancia, si padres e hijos siguen o no necesitando ayuda.
- El Punto de Encuentro fue utilizado por cien niños
- Cangas tendrá un centro de intercambio para los hijos de padres separados
- 244 hijos de padres en discordia
- El Punto de Encuentro Familiar de Gijón supervisa ya las visitas a 39 menores
http://www.elcomercio.es/v/20140505/gijon/ninos-padres-separados-atendidos-20140505.html
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