http://www.elmundo.es/yodona/2014/05/08/536b3eebca4741fa558b456e.html"¿Cómo vas a escribir tú de maternidad si eres mala madre?", me preguntó algo sorprendida mi amiga María hace unos meses en una cena.
"¿Qué me hace mala madre a mí?", respondí con cierto agobio.
"Mírate: te gusta salir, divertirte, estás aquí cenando en lugar de estar con tu hija... Eso no lo hacen las buenas madres", siguió.
"Entonces tú, María, ¿tú también eres una mala madre? ¿Quién es buena madre hoy en día?", ataqué.
"Pues la verdad es que creo que ya no hay buenas madres", contestó entre risas.
Es casi una moda. La primera en tirar la piedra fue la escritora Lucía Etxebarría, autora de 'El club de las malas madres' (Planeta, 2010), donde purgaba todas sus culpas como madre de la pequeña Allegra. "Bienvenida al club...", rezaba el libro, "no somos las mejores, pero somos mayoría. Si a veces te desesperas y sospechas que alguien te ha estafado, que no te habían contado que el camino de la maternidad podía llegar a ser tan duro... Estupendo. Este club, por cierto, admite también como socios a padres, profesores, tíos, abuelos y todo aquel que se sienta involucrado en la aventura de crecer con los niños".
No se puede (ni se debe) negar. Ser madre es maravilloso, sí, pero puede convertirse en un auténtico infierno. Al menos, a ratos. Y eso... eso nadie lo cuenta. Puntualicemos: nadie lo contaba. Ahora mismo, son muchas las organizaciones que defienden a esas mal llamadas 'malas madres'. Como contrapunto a la abnegación total que muchas asociaciones defienden, sobre todo en Estados Unidos, han surgido grupos sociales que rechazan la perfección en la maternidad. Somos personas, con sus defectos, y eso se traslada (y así debe ser) a la manera que tenemos de ser madres.
Hace pocos meses surgió en España una web con el título inspirado en el libro de Etxebarría: clubdemalasmadres.com que se ha convertido en una referencia en el sector. Cada post, cada artículo, cada reflexión que publican se convierte en un referente al instante.
"Esta semana toqué fondo hasta el punto de pensar que mis hijos estarían mejor sin mí... de lo 'malamadre' que soy...", escribe Lore en un comentario a un artículo, "pero no.... lo que soy es mala e inflexible conmigo misma... ya que mis hijos son felices!!! El truco... flexibilidad y amor a una misma. Gracias!!".
Esta es solo una muestra de cómo la madres actuales necesitan apoyo y complicidad ante la inflexibilidad que se ha respirado durante décadas alrededor de la maternidad.
La lactancia, la comunicación con la pareja, la limpieza, las enfermedades, el tiempo compartido con los hijos, las peleas, la comida, el llanto, el sueño... Los obstáculos son incontables y la paciencia de las madres, todas y cada una de ellas, también. Por eso, frente a la abnegación caduca que muchos pretenden de las mujeres, ha surgido la personalidad femenina actual, con voz propia, autoestima y, sobre todo, muchas ganas de reírse de una misma. Serán malas madres, pero seguramente educarán a mejores hijos.
Reunión de los lunes
viernes, 9 de mayo de 2014
Las malas madres reinvidican su sitio
Viernes, 9 de Mayo, 2014
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