Miércoles, 29 de Julio, 2015
Lo de obligar viene más bien por todos los engaños que se producen en la concepción de los hijos, pastillas que supuestamente se tomaban, o incluso hijos de otros hombres que se cuelan a quien parece, pues lo de la infidelidad es superada ya co creces por la mujer. Muchas noticias recogen los numerosos casos de infidelidad que se producen por la mujer, e incluso y ya nos advierten que si hacemos la prueba de ADN a nuestro hijos quizás nos llevemos alguna sorpresa.
Por supuesto, las leyes están dispuestas para el caso de que a la mujer no le interese lo más mínimo que el niño o la niña nazca no debe contar para nada con el consentimiento del padre para tal decisión. El padre ni pincha ni corta, e incluso en muchos casos ni llega a enterarse.
Luego una vez la relación ya existe, ya tenemos los hijos presentes, dependerá de la mujer si el hombre va a ser un padre o simplemente un visitante, pues la justicia pone a disposición de la mujer la legalidad para que ello se cumpla, al menos en la actualidad. El padre debe saber que cuando acude a un juzgado tiene todas las de perder, pero no por ello debe de dar por hecho que todo está perdido, es lo peor que le puede pasar a un hombre, ceder la custodia, después tendrá toda la vida para arrepentirse, pues al principio se plantea un camino de rosas en cuanto a la disponibilidad de ver a los menores, una vez firmado y ratificado el acuerdo todo es distinto.
Fuente:
Carlos Aurelio Caldito Aunión
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