En declaraciones a Efe desde la habitación del Hospital de Basurto, de Bilbao, donde es atendido desde ayer, Lago ha denunciado que "se viene incumpliendo el régimen de visitas que ordenó el juez" y "ante este drama, y para reclamar el derecho de mi niño a ver a su papá, pero también el mío en estar con él", decidió empezar una huelga de hambre.
Así, José Luis Lago, de 50 años, se plantó el pasado día 23 de diciembre en la Plaza Circular de Bilbao con una tienda de campaña y un cartel en el que se leía el deseo de su hijo de nueve años: "Aita no rindas. Lucha por mí".
Pero, según ha recordado hoy, aún con dificultades para hablar 24 horas después de que fuera llevado al hospital por los servicios de emergencia: "me han tocado los peores días del año; he pasado muchísimo frío a la intemperie con hasta 3 grados bajo cero, me ha caído granizo...".
Así que, ha lamentado, "ayer me desplomé porque apenas podía respirar" y tuvo que ser hospitalizado, pero "aún en Basurto sigo sin comer hasta poder ver la cara mi niño", aunque los médicos le han informado de los riesgos para su salud si mantiene la protesta.
"Si muchos han muerto de hambre por unos ideales, cómo no voy a aguantar yo, ahora que además estoy tan controlado por los médicos, cuando lo que pido es tan importante para mí", ha expresado.
Ha denunciado que "siempre hay excusas" para impedir que vea al niño. "Unos días no puede venir porque está enfermo; otros, me dicen que no quiere verme y otros, simplemente no aparece", de manera que "nunca se cumple el régimen de visitas que ordenó la sentencia judicial".
Ha dicho que esa situación "es injusta" para él pero "sobre todo para el niño" y ha recordado "la cara tan triste y la mirada de miedo que tenía el día 15, cuando, tras estar juntos apenas media hora, se lo llevaron".
En cualquier caso, ha expuesto, él sigue pagando la pensión de la manutención de su hijo porque es "consciente" de que, aunque no pueda estar con él, "el niño sigue comiendo, y se viste y se calza", y su obligación como padre es "que no le falte de nada, pero también -ha añadido- es mi obligación luchar por verle".
Ha agradecido a todas las personas que le han apoyado y ha confiado en reponerse para el día 31 de diciembre, cuando toca el cambio del turno de custodia del periodo vacacional y así "volver a abrazar a mi hijo y reírnos juntos", si acceden a llevarle al punto de encuentro familiar.
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=638024
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