El mismo día del crimen él preguntó por qué los niños no fueron a clase
Ella le dijo que estaban enfermos aunque ya los había matado
L. Cornejo
Valladolid 26/12/2010
María del Carmen S.C, la mujer que presuntamente sedó y asfixió a sus hijos el pasado 9 de diciembre en su vivienda de Parquesol, grababa cada conversación telefónica con su ex marido, posiblemente para encontrar un argumento, una palabra fuera de tono, que hiciera que el juzgado de Familia que llevaba su proceso de divorcio prohibiese las visitas paternas. Lo hizo también después de cometer el doble crimen.
La presunta filicida dejó varios folios manuscritos y una grabadora digital con conversaciones telefónicas con el padre de los pequeños, una de ellas el mismo día en que se hallaron sus cadáveres. Tanto los manuscritos como la grabadora se encontraron sobre la mesa de la cocina de la vivienda familiar, y tal y como informó ELMUNDO.es el pasado 14 de diciembre había una carta a nombre de 'Óscar', en la que la mujer escribía "ahora van a descansar los niños".
Las conversaciones grabadas, que la Policía Científica se encarga de transcribir durante estos días, es una de las claves que ayudará a desentrañar el móvil del crimen. Alguna de estas conversaciones incluso se prolongó durante más de una hora. En todas ellas, el único tema son los niños.
Pero aún hay un dato más estremecedor: el padre de los niños llamó a Mari Carmen horas antes de que se descubriesen los cadáveres para preguntar por qué habían faltado al colegio ese día. La mujer respondió que estaban enfermos, cuando la realidad es que les había dado muerte la noche anterior, después de dormirlos con Orfidal antes de asfixiarlos, y sus cadáveres yacían sobre una cama y tapados con una manta. Él le reprochó que siempre estuviesen enfermos.
El hombre, profesor de educación física en el instituto Ramón y Cajal, se enteró de que los niños no habían ido al colegio porque esa misma tarde acudió al centro escolar para entrenar a un equipo. Fue entonces cuando llamó a su exmujer.
Hay un dato que trata de aclarar la Policía Científica y es la duda que surge en una de las frases, ya que no se entiende si ella dice "durmió" o "murió". En cualquier caso, nada hace pensar que ella estuviese bajo la influencia de sedantes lo que tumba la tesis de que su intención fuese suicidarse. De hecho, no se le llegó a practicar ningún lavado de estómago o tratamiento médico cuando ingresó en el módulo penitenciario del Hospital Clínico.
Fuentes cercanas al caso se inclinan por la hipótesis del rencor y la intención de la presunta filicida de privar al padre de sus hijos para siempre. Al parecer y según las declaraciones del padre de los dos pequeños, de la trabajadora social del punto de encuentro familiar y de los psicólogos que trataban a Mari Carmen, ella no aceptaba el rol paterno y ya durante el proceso de divorcio intentó impedir las visitas del padre aduciendo maltrato. Pero el juez desestimó esa pretensión porque nada hacía sospechar que el padre maltratase a los niños, ni siquiera había denuncias previas.
Los forenses que examinaron la unidad familiar llegaron a la misma conclusión, y además alertaron de que la mujer era «muy posesiva» con los niños. Esa fue la razón de que el juez decretase que los pequeños fuesen entregados en el punto de encuentro familiar.
A pesar de esta medida, Mari Carmen boicoteaba las visitas con enfermedades inesperadas de los niños y accidentes de tráfico. Pero los niños no sólo faltaban a las visitas paternas, también al colegio, y Mari Carmen volvía a poner como excusa que estaban enfermos o incluso que tenían muchos deberes que hacer.
Aunque el padre nunca reclamó la custodia de los niños porque entendía que su exmujer estaba capacitada para su cuidado, sí denunció el incumplimiento del régimen de visitas el pasado 19 de noviembre.
Para recabar más información de la propia autora de los hechos, el juez de Instrucción número 1 la ha citado a declarar el próximo 7 de enero. La mujer fue asistida por un abogado de oficio en los primeros días, pero ahora ha designado al decano del Colegio de Abogados de Valladolid, Jesús Verdugo.
Hasta ahora, Mari Carmen no ha revelado cómo se produjo el doble crimen. La Policía la interrogó en el hospital dos días después de los hechos pero ella aseguró no recordar nada. Cuando pasó a disposición judicial fue aún más escueta, ya que se limitó a decir que se acogía a su derecho a no declarar. Además, hasta el momento, el juez no ha podido tomar declaración a un hermano de la filicida que había pasado unos días con ella antes de los hechos. Aunque se le citó a declarar el pasado 17 de diciembre, no se presentó en el juzgado, por lo que el juez le volverá a citar más adelante.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/26/castillayleon/1293363802.html
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