Hoy los abuelos estamos consternados.
El Juez D. Francisco Serrano, titular del juzgado nº 7 de Sevilla, declara ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía por un presunto delito de prevaricación, al recibir a un abuelo con su nieto de 12 años que pedían ampliar un día y medio más del régimen de visitas del padre en Semana Santa para que el pequeño pudiera salir en la procesión de “la Madrugá”, ya que la madre se oponía pese a que el niño llevaba años realizando esta tarea.ue daño podemos hacer los abuelos por ayudar a un nieto a cumplir sus deseos.
Nos imaginamos a ese abuelo que se va a ver a un Juez, porqué el nieto se lo pide, y velando el abuelo por esa transmisión de valores y sentimientos solicita 36 horas más, y el Juez, una vez que pregunta al niño de 12 años, se las concede.
Pobre Abuelo y pobre Juez y pobre Niño, ya estará su madre tranquila, imputando a un Juez de un delito por atender los deseos de su hijo.
¿Qué puede ocurrir si esto sienta precedente? Pues que si una Madre, Padre o Abuelo vamos a un Juez a pedir ayuda para nuestros hijos o nietos, no seremos ni recibidos por el temor a ser imputado por prevaricación si denuncia la otra parte, como es el caso.
Los abuelos no sabemos en que momento se ha perdido la humanidad en la sociedad, y dónde está el sentido común.
Es cuanto menos curioso que se impute a un Juez de un delito por atender a un Abuelo y a un niño de 12 años para salir en la procesión de Semana Santa, y sin embargo con 14 años una niña pueda abortar sin que sus padres se enteren. Hemos perdido la cabeza.
Los abuelos pedimos a los Jueces que por el bien de los niños impere el sentido común y se atiendan sus derechos y valores por encima de cualquier progenitor resentido.
Nuestro más sincero apoyo al Juez Serrano y al Abuelo por permitir cumplir la ilusión a un niño de salir en la procesión de “la Madrugá”.
Fdo. Guadalupe De la Fuente
Presidenta
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