28/12/2010 - Andrea Castillo Baros
Los hijos de padres separados que rehacen sus vidas tardan en comprender que sus padres tengan nuevas relaciones
Los tuyos, los míos y los nuestros es la típica broma que se escucha cuando una persona, que ha tenido hijos en una relación anterior, decide rehacer su vida. El tema es cómo enfrentan esta situación con los hijos de su pareja. La tarea no es fácil, ya que se debe conjugar la paciencia y el amor, ya que muchas veces los pequeños ven que la nueva pareja viene a ocupar un lugar que no les corresponde. Formar pareja no es fácil, súmele a eso si ésta viene con hijos incluidos, ya que cuando hay niños de por medio la situación puede complicarse. Para la sicóloga Gabriela Gómez, la idea es que los niños conozcan de a poco a la nueva pareja, y que ésta no quiera ocupar el lugar de la madre o del padre.
Destacó que “a los pequeños les cuesta entender el hecho de que sus padres se separen, imagínate entender que su papá o mamá tienen una nueva pareja”, acotó.
La profesional dijo que los niños siempre quieren que los padres estén juntos y por ser menores no pueden ponerse en el lugar de los adultos, ya que “como son niños no saben lo que es el enamoramiento ni el desenamoramiento. Entonces no entienden lo que pasa”.
La sicóloga destacó que el acercamiento con los pequeños debe ser paulatino y lento. No se les debe imponer a las personas “nunca decirles a los niños: Mira ésta es tu nueva mamá, sino mostrarles a la pareja como alguien que viene a jugar con ellos y de esa forma generar el lazo”, acotó.
“Los pequeños de ese modo se van familiarizando con los adultos, la idea es que ellos tengan claro que no vienen a suplantar a la mamá pero que sí juegan un rol muy importante en esta nueva familia que se está creando”, enfatizó.
En cuanto a los hijos adolescentes, la profesional manifestó que a diferencia de lo que cree la gente, la relación se hace mucho más llevadera. “Cuando los hijos son adolescentes la relación es más fácil, ya que se deben debe presentar a la pareja como el pololo o la polola. Se les debe decir: Esta es mi polola; somos pareja, nos queremos y nos respetamos, lo que no quiere decir que ella ponga las reglas”.
La madrastra mala del cuento de hadas
La imagen de los padrastros y de las madrastras suele estar unida a connotaciones negativas y estereotipadas. A menudo, cuando se ha de convivir con los hijos de anteriores relaciones, los menores ven al nuevo miembro como usurpador del puesto que ocupan su padre o madre biológicos y relacionan a esta nueva figura con una fuente de problemas y competencia.
La sicóloga destacó que cuando una pareja ha de convivir con los hijos de anteriores relaciones, en muchos casos los pequeños se niegan a quererlos porque sienten que, al mostrarles afecto, traicionan a sus progenitores. Además, la aceptación se complica cuando la llegada de esa figura se produce tras la muerte del padre o de la madre. La clave, es ser pacientes y conceder a los niños el tiempo que necesiten para descubrir que esta nueva persona no es un nuevo padre o madre, sino un miembro más de la familia.
http://www.eltipografo.cl/actualidad/noticia/13815/separados-deben-presentar-a-los-hijos-a-sus-nuevas-parejas-dejando-claro-que-existe-una-relacion/
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