Gustavo Fernández asegura que “si uno se quiere llevar a un chico puede hacerlo, anotarlo en una escuela y hasta hacerle la documentación, aunque la tenencia y custodia la tenga otra persona, en este caso yo. Aunque hace casi 2 años que la madre se llevó a mi hija incumpliendo la ley”.
Durante el transcurso de la vida con su madre la menor recursó el último año del Nivel Primario, egresando por años consecutivos en dos instituciones diferentes, Escuela Nº 85 en Trelew, Chubut, y en la Escuela Nº 230 en Choele Choel en Río Negro.
Durante su diálogo con Jornada, Fernández que vive en Trelew, y donde la menor cursó sus estudios de nivel Inicial y Primario, asegura que desde hace mucho tiempo tiene la custodia de la menor a la que cría desde los 3 meses. En relación indicó que “tengo una hija por la que después de pelear muchos años logre la custodia, ella ahora cumplió los 14 años”, y asegura que “la historia es larga” y la compartió con este medio.
“La tengo a María desde los 3 meses”, remarcó Gustavo quien junto a sus padres, quienes lo acompañaron, llevó adelante la crianza de la menor. “Durante todo ese tiempo y hasta los 5 años que ya terminaba el jardín, la madre aparecía esporádicamente”, recuerda el padre al tiempo en el que manifiesta que preocupado por la consecuencia que estas visitas tan distantes en el tiempo podrían tener sobre María decide hablar con la madre y “le exijo regularizar un poco la situación por el bien de la nena”, pero “ella no accede y se inicia todo este tema del Juzgado”, donde dice este “siempre buscaron beneficiarla de alguna manera u otra, cuando ella nunca se hizo presente, nunca pidió tener la tenencia o custodia de la nena”.
Es tras la finalización del Jardín de Infantes que la madre se lleva a la menor en cuestión y “después de dos meses, porque le era difícil hacer su vida, me la trae”, expresa Gustavo, el que realiza los papeles y trámites necesarios para que María comience el primer año del Nivel Primario, luego de que “en uno de esos interines, ella (la madre) decide quedarse con la nena de nuevo por lo que volvemos al Juzgado, donde tras no encontrar un acuerdo ella propone que la tenencia la tengan mis padres y el Juzgado termina decidiendo eso”, por lo que “hasta ahí va todo bastante bien”.
Llevada a Neuquén
María cumple 10 años y como estaba convenido la mamá la viene a buscar para que pase las vacaciones de verano con ella, “al término de las vacaciones la madre me informa que la nena se quedará a vivir con ella, sin mediar pedido legal alguno”, recuerda el padre añadiendo que “es donde la madre determina por su cuenta que se va a quedar con la nena”, tiempo en que la tenencia legal la tenían los abuelos por decisión y propuesta de la madre, la que luego decide quedarse a vivir en un pueblito de Neuquén, Rincón de los Sauces, por lo que “yo solicito a través de mis padres, la restitución judicial, que se resuelve después de 11 meses, interviniendo para su cumplimiento el Juzgado de Neuquén, y disponiendo así la restitución”, expresa Gustavo.
Una de las mayores preocupaciones de Fernández fue cómo encontró a su hija, el estado en el que vivía en Neuquén, y recuerda que “la encontramos viviendo en una casilla, ubicada en un descampado, con su hermana de 14 años (hija de la mama) sin el cuidado de ningún adulto responsable, ya que la madre se encontraba como residente temporal en Catriel distante aproximadamente a 250 kilómetros de Rincón de los Sauces”.
A los dos días después de la restitución y ya en Trelew, Gustavo indica que la madre se presenta en la ciudad, en el Juzgado de Familia, a cargo de Silvia de Apaza de Granja, denunciando “que mi hija estaba retenida ilegalmente por mí”, comenta Gustavo agregando que “como consecuencia de esta situación y luego de una audiencia, el Juzgado establece un régimen de visitas para la madre”, pero este “al tercer día lo incumple, quedándose nuevamente con la nena fuera de los términos legales que estaban establecidos”, asegurando que “a esta altura, por el bienestar emocional de mi hija, desesperado, golpee muchas puertas en el Juzgado, sin respuesta alguna, y ante mi asombro y estupor, se presenta la madre de mi hija, burlona y desafiantemente, a informarme que le habían otorgado la tenencia-custodia definitiva, hecho este, que a esa altura todavía no había sido informado ni a mi abogado, ni a mí”. Este fallo es apelado por la Asesoría de Familia a través de Oscar Martin, sin resultados.
“Por lo que les he relatado hasta acá pueden imaginar mi decepción respecto a sistema judicial de tutela de menores, porque yo crié a mi hija desde los tres meses, sin el apoyo ni la presencia de la madre, y evidentemente eso no tiene ningún valor al momento de resolver la situación de custodia legal”, reclama el padre de María.
Por 7 mil pesos
“Yo quiero que quede claro, no sé si se alcanza a entender, la incoherencia de esta mujer, que al tener la custodia definitiva, después de diez meses, (para el Día de la Madre) se presenta ante mí, con la propuesta de devolverme a la nena, y como si se tratase de una transacción económica, me solicita una resarcimiento, por el tiempo que había perdido en los juzgados”, indica Gustavo a lo que agrega que “me pidió 7 mil pesos”, y obtiene entonces la tenencia de María, acordada con la madre de la menor quien vino a devolverla a su padre.
Pero “extrañamente la historia no termina acá porque transcurrido un año sin ver a la nena, por voluntad propia, aprovechando el hecho que se fue a pasar un fin de semana con la mamá, nuevamente la retiene en forma ilegal a mi hija, se la lleva a vivir a Choele Choel, comenzando nuevamente un nuevo trámite de restitución”.
Continúa relatando Gustavo que “cuando voy al Juzgado (en Trelew), emiten dos órdenes de restricción, el juez de allá abre una causa paralela y pasados 9 meses sin resultados me traslado a Viedma y emito una denuncia por incumplimiento de los deberes de funcionario público ante el Consejo de la Magistratura en contra del juez Víctor Darío Soto a cargo del Juzgado N° 31 de Choele Choel. Después de recibida la denuncia, pasados 10 días, se expide por la restitución mediante una sentencia desconociendo las ordenes de restitución emitidas por el Juzgado de Trelew, desconociendo su jurisdicción y competencia”, informa Gustavo.
Pero, como si esto fuera poco, por otro lado la madre logra inscribir a la nena en la escuela Nº 230 de Choele Choel, siendo que en Trelew la menor cursaba en la Escuela Nº 85 de la misma, sin embargo sin documentación alguna que avale el pase, y ante los pedidos de restitución, esta inscribe a la menor en Choele Choel. “Este es otro tema que me da inseguridad jurídica, ya que cualquier persona puede inscribir a un menor en una institución educativa, omitiendo los tramites normales para hacerlo. Este hecho totalmente irregular, origina que mi hija tenga dos certificados de finalización de curso de escuela primaria”, indica Gustavo comprobando estos hechos con los certificados entregados a la menor, primeramente en la Escuela Nº 85 en el 2008, y luego en el 2009 recibe el diploma en la Escuela Nº 230, ambos referentes al fin del nivel primario.
Hoy, María está con su mamá en Choele Choel, pero la custodia la tiene su papá que se encuentra en Trelew y quien desesperadamente busca la manera de volver a tenerla en la ciudad, y continúa luchando para que las autoridades de la provincia hagan valer una Ley Nacional (ley 22172) y obliguen al Juzgado de Río Negro a acatar las órdenes de restitución enviadas.
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